La respuesta es que no hay una fecha para el fin de los cortes de luz programados en Ecuador. Todo va a depender de las lluvias, y éstas, de una elección Divina. El país atraviesa una crisis de generación en las centrales hidroeléctricas afectadas por la peor sequía de las últimas seis décadas.
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“Cada semana tengo que analizar los datos, porque dependemos mucho de la hidrología. Yo no puedo adelantar algo que solamente Dios sabe”.
Fue la respuesta del ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves, al ser consultado sobre hasta cuándo va a durar este nuevo periodo de apagones y aseguró que no es algo que pueda anticipar.
Ahora, los cortes de luz serán en todo el país, de hasta 11 horas, a partir de esta semana y no solo en las 12 provincias que el domingo tuvieron apagones. Cada semana, antes de anunciar los cortes, revisarán la información hidrológica para tomar decisiones.
Todo se basa en que el estiaje a época de sequía se adelantó. Por eso, los apagones este 2024 inician en septiembre y no a finales de octubre como el año pasado. Sumado a las malas condiciones hidrológicas, los cortes de luz se conocerán todos los viernes.
Admitió que el panorama no es bueno y que para enfrentar el problema se requieren de dos soluciones: que llueva o los cortes de energía eléctrica.
El embalse de Mazar está a cuatro metros de lograr su mínimo de operaciones. “Para poder preservar el embalse solo tienes dos formas: esperar que llueva (…) o con cortes”, reconoció el Ministro.
Pueden variar los cortes
Goncalves también señaló que los horarios pueden cambiar o presentarse nuevos cortes, pero que se comunicará entre dos y cuatro horas de anticipación. “Cada semana vamos a revisar la información que tenemos, vamos a rehacer el cronograma de cortes y les iremos avisando”, añadió.
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Recordemos que el principal complejo hidroeléctrico del país, que lo componen las centrales Mazar, Paute Molino y Sopladora, no operan ante la extrema sequía que no se había visto en 61 años.
Así que tendremos que esperar a que ocurra un verdadero milagro para no tener estos cortes de energía que afectan no solo la economía del país. Cada hora de racionamiento eléctrico provocaría pérdidas por unos 12 millones de dólares, según una estimación del Ministerio de Energía y Minas.