El caso de Kristina Joksimovic, una joven que fue finalista de Miss Suiza ha conmocionado al mundo entero. La mujer fue asesinada el 13 de febrero de 2024. La Policía encontró una escalofriante escena nada más y nada menos que el lavadero de su propia casa en Suiza. El responsable su esposo quien confesó lo sucedido.
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Tras ser detenido, se atrevió a decir que lo hizo en defensa propia porque su esposa lo habría atacado con un cuchillo, sin una gota de arrepentimiento, ni remordimiento. Sin embargo, los informes forenses revelaron que no había indicios de un ataque previo.
Kristina, con 39 años, fue asesinada a manos de su propio esposo, Thomas un hombre 41 años. El mencionó que no solo la asesinó estrangulándola, sino que también la desmembró de una manera espeluznante, usó una sierra eléctrica, un cuchillo y tijeras de podar.
Pero ahí no quedó todo, luego con una batidora de mano trituró los restos en una licuadora y después disolvió en productos químicos.
Sus testimonios indicaron y revelaron una personalidad fría y manipuladora que planificó meticulosamente cómo ocultar su escalofriante actuar con la mujer con la que compartió su vida.
“Ella me atacó, no tuve más opción”, habría dicho Thomas en el interrogatorio. De acuerdo a las autoridades que han llevado el caso, se trató de un crimen metódico y casi ritual.
Thomas y Kristina parecían la pareja perfecta, se casaron en 2017 y tenían dos hijas, ante los ojos de los conocidos se mostraban como una familia modelo, pero luego del asesinato empezaron a salir a la luz los conflictos de su relación con un historial de violencia doméstica.