Recientemente se hizo público el resultado de la causa de muerte de la Subteniente Aidita Pamela Ati Gavilanes. Tras la exhumación del cuerpo de la oficial del Ejército Ecuatoriano, el resultado del informe de esta diligencia señaló que la causa de muerte fue por edema pulmonar.
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Metro Ecuador conversó con el Dr. Paúl Vergara, abogado del Subteniente Ángel Jiménez, procesado en el caso que investiga un presunto delito de femicidio.
“Es importante destacar por qué se dio la exhumación, ¿qué es la exhumación?, ¿en qué momento vino? y por qué es importante el resultado. Este caso empieza porque se da una fiesta entre 18 personas en la Brigada Militar Napo. Después de esta situación lo que pasa es que, no solo la subteniente Ati, sino algunas personas perdieron el rumbo y la persona que si se encontraba en peor estado de esta fiesta era la subteniente Ati”, señala Vergara.
Asimismo, dijo: “¿Qué es lo que pasa? En un momento propicio la subteniente Ati se encontraba en un estado de inconsciencia, tal es el caso, que existe la orden jerárquica de un mayor hacia un teniente de que se pare esta fiesta y el llamado de atención de que cómo se encontraban los efectivos militares y de cómo estaba la subteniente. Se le da la orden directa a un teniente para que le lleve a su habitación para que descanse y este le pide a su vez ayuda a un subteniente para que lógicamente le preste el auxilio en este traslado”.
“Se da el traslado. La subteniente Ati tenía lógicamente un estado de inconsciencia por lo que les toca llevarle cargada y arrastrando. Después de esta situación se le deja en la habitación donde, hay letras militares que no están escritas, como una costumbre, cuando una persona se encuentra mal por cualquier índole de salud u otra, existen tres parámetros que se dan: se sacan botas, se sacan medias y se afloja cinturón; a todos los efectivos militares. Además se le dejó de lado y se le puso una almohada en su espalda”.
“Pasó el tiempo y existieron en esto cuatro participantes: dos mayores, un teniente y un subteniente. Pasó la noche. Existen coartadas de las cuatro personas. Uno de los Mayores se fue a su casa con su esposa, existen las pruebas debidas, otra de las personas salió a merendar en el pueblo de El Coca, otro también se fue donde su esposa y el subteniente Jiménez estaba en un estado malo también y tienen evidencias fotográficas de que estuvo en el momento preciso y tiempo preciso dormido, y en calidad, como dicen los militares, de bulto”.
El Dr. Paúl Vergara señala que esto fue entre las 17h45 y 18h00. De igual manera, más o menos pasadas las 19h00, la persona que llega es otro subteniente:
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“Este subteniente le toma una fotografía. Después de esto sigue pasando la noche, este es un tema que no me cuadra mucho, se supondría que una capitán al siguiente día le descubre ya fallecida, se supone, con otro subteniente. Hasta ahí lo que pasó”.
Luego de eso, señala el abogado, existió la “bomba”, las noticias al comandante de la base, el jefe médico. Vergara cuenta que llamaron a Policía, que llamó a Fiscalía, quien tomo el procedimiento:
“Fiscalía de manera irresponsable lo que hizo fue, en desorden, poner como primero sospechosos, a las penúltimas personas que le vieron a la subteniente Ati, cuando jamás funciona así. La última persona que le ve el cadáver es el primer sospechoso, eso es regla general en derecho penal. Pero ya que no se dio así, se hizo así. A los otros dos ni siquiera se les tomó en cuenta, se hizo una audiencia de flagrancia irresponsable, una autopsia irresponsable y con eso les dieron a ellos prisión preventiva (los cuatro procesados)”.
Asume el caso una nueva fiscal
El abogado Vergara destaca el acertado cambio en el caso (de la fiscal Jiménez), por su experiencia, quien estuvo al frente de casos como el de María Belén Bernal.
“Con el caso se hacen dos diligencias: inspección ocular y la reconstrucción del lugar del los hechos, donde se hizo una reconstrucción por cada procesado, es decir seis reconstrucciones, para darle color y vida a esta línea de tiempo, por lo que se pudo demostrara a Fiscalía los tiempos, corroborados por testigos, cámaras, etc. Pasó esta diligencia y lo que se hizo la extracción y explotación de los equipos. Existía una cámara justo al frente de la brigada que daba hacia el bloque donde pernoctaron la capitán María Vaca, como la subteniente Ati. Y esto corroboró el paso por el lugar de los cuatro oficiales procesados; todas las historias -de ellos y los tiempos- concordaban”, indica Vergara.
Defensa de la familia solicitó exhumación
El Dr. Vergara señaló que por pedido del Dr. Galo Quiñónez, abogado de la familia Ati, se realizó la exhumación del cuerpo de Aidita. En esa diligencia estuvieron defensas, peritos, etc.
“Se realiza la exhumación y dentro de ella se pide causa de muerte, que se examinen manos y pies. Los resultados de esta situación son innegables. (...) Los peritos llegan a la conclusión de que existió un edema pulmonar por intoxicación que, lógicamente, es etílica. Hay un examen toxicológico donde se descubre que hay un una concentración de 4.87 grados de alcohol por litro de sangre en el cadáver de la subteniente Ati. (...) Para salir de Fuerzas Armadas como falta atentatoria, el nivel de concentración debe ser de 1.2 grados”, explica el abogado del subteniente Jiménez.
Asimismo, señaló que estos resultados son congruentes: “¿Qué es el edema pulmonar? Básicamente es el dejar de funcionar o que se dañe el tema pulmonar por una razón, porque se llena el pulmón. Cuando se llena lo que pasa es que cuando tu te ahogas lo que haces es tratar de respirar, pero una personas con 4.87 grados no solo se puede ahogar, se puede orinar, perdón las palabras coloquiales, uno se puede ‘ca...’, uno puede vomitar, no siente y eso fue lo que le pasó a la subteniente Ati”.
Con esto el abogado asegura que existe una alta probabilidad de que nadie le haya asesinado, sino que ella haya fallecido por edema pulmonar: “con esto se dificulta el caso”, finalizó la defensa de uno de los procesados.
