El hincha colombiano Javier Acosta fue un caso que generó un amplio debate en las redes sociales, ya que solicitó la eutanasia después de contraer una grave infección bacteriana en el torrente sanguíneo y en los órganos causada por el hongo Candida auris. Acosta tenía altas probabilidades de desarrollar cáncer. Su caso conmocionó a la población, puso en el centro de atención la limpieza de las piscinas públicas y los cuidados extra que se debe tener.
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El hincha, mencionó que contrajo este hongo en en una piscina de Melgar. Previamente, la infección fue detectada a tiempo y controlada, sin embargo, esa se prolongó al hueso derecho, entrando rápidamente a la sangre, complicando el control del hongo. Según el Doctor Maldonado “Javier, pudo desarrollar osteomielitis, una infección en los huesos, que era la causante del dolor intenso del paciente”.
Recomendaciones
Según la Revista chilena de infectología el cloro ya no es suficiente para desparecer al hongo, pues en estudios recientes, su comportamiento ha sido evolutivo haciéndose resistente “se han vuelto prioridad para la comunidad hospitalaria y científica. Además, los errores en identificación y los perfiles de multi-resistencia, raramente observados para otras especies de Candida, resultan en una difícil erradicación y fallas terapéuticas frecuentes en infecciones.”
No obstante, existen ciertos signos que alertan a la población sobre una posible contaminación bacteriana.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades han hecho énfasis en los signos: “el olor es fundamental para detectar la presencia de bacterias, si es de un tipo de olor es nauseabundo, fuerte y desagradable, esta contaminada”.
Asimismo, “el color del agua debe ser transparente, si la piscina tiene un color verdoso o espeso la presencia de bacterias es inevitable, además puede contener sustancias químicas nocivas como alguicidas, bromo, cloro, ácido muriático, sal, diatomeas (DE) en polvo y arena”.
ASM Journals recomendó que en caso que existan muchas personas es mejor no entrar pues, “El agua no se puede ver correctamente. A la par, la gente no siempre es consciente de ello porque es difícil de precisar”.
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Los cambios más mínimos también influyen en las proliferación de bacterias. “Un mundo más cálido, un nuevo hongo. El cuerpo humano suele ser demasiado caliente para que los hongos sobrevivan. Pero a medida que el cambio climático hace que las temperaturas medias aumenten y las olas de calor sean más frecuentes y extremas, los hongos podrían ser capaces de evolucionar para soportar temperaturas más altas en el medio ambiente y, por tanto, tener más probabilidades de sobrevivir en nuestro interior.”
Aunque la irritación en ojos, oídos o piel después de nadar, puedes ser como respuesta de alergias. Medline Plus, advierte que si los síntomas son repentinos o muy fuertes, la causa es un hongo en la piscina.