Miles de venezolanos salieron ayer a las calles, en varias ciudades del país, para protestar contra la reelección Nicolás Maduro después de que fuera proclamado ganador de las elecciones realizadas la víspera, un resultado que fue desconocido por la oposición y varios países de la región.
PUBLICIDAD
Durante la tarde y noche del lunes se reportaron nuevos incidentes violentos en algunas localidades del centro y occidente del país, donde enardecidos manifestantes derribaron al menos tres estatuas del fallecido presidente Hugo Chávez (que gobernó de 1999-2013).
Uno de los incidentes tuvo lugar en la ciudad costera de La Guaira, cercana a la capital venezolana, donde decenas de jóvenes, algunos con los rostros cubiertos con camisetas, derribaron a golpes una estatua de bronce de Chávez de casi 2 metros de altura que fue colocada en una plaza de la localidad en el 2017, cuatro años después de la muerte del gobernante.
Tras tumbar la figura, los jóvenes la arrastraron por la calle mientras la golpeaban con palos, según un video que fue compartido con The Associated Press por Nadeska Noriega, una periodista que vive en la localidad. Los manifestantes luego la envolvieron en una bandera venezolana y le prendieron fuego.
En Petare, el barrio pobre más grande y ubicado al este de la capital, la gente empezó a media mañana a caminar gritando contra Maduro y algunos jóvenes con los rostros cubiertos arrancaron carteles de su campaña colgados en postes y paredes mientras otros gritaban “¡Y va caer, y va caer, este gobierno va a caer!”.
Entre gritos de “libertad” e improperios contra el gobernante, los manifestantes protestaban contra los resultados que ofreció el Consejo Nacional Electoral (CNE), que proclamó oficialmente ganador a Maduro.
“El pueblo está molesto. Tiene que irse de una forma o la otra”, afirmó María Arraez, una estilista de 27 años que salió a calle con una gran bandera venezolana sobre la espalda.
PUBLICIDAD
En una de las principales avenidas del este de la ciudad estaba Cleiver Acuña, un artista de tatuajes de 21 años que se concentró con miles de personas para protestar contra el mandatario venezolano. “Nosotros no nos podemos dejar robar esta libertad que nos están robando desde hace 25 años”, dijo Acuña mientras exigía que, en “santa paz”, Maduro se vaya de la presidencia.
Decenas de policías nacionales, con equipos antimotines, bloquearon el paso de la caravana que había llegado hasta el barrio de clase alta de Las Mercedes y dispersaron a los manifestantes con gases lacrimógenos. Algunos de los manifestantes atacaron con piedras y otros objetos contundentes a los policías, apostados al comienzo de la avenida principal de esa urbanización.
Maduro rechaza las protestas
Horas más tarde, Maduro rechazó los disturbios y afirmó que son hechos articulados con un supuesto plan para desestabilizar su gobierno.
“Hemos estado haciendo seguimiento a todos los hechos de violencia promovidos por la derecha extremista, les puedo decir que, sí han hecho daño”, señaló.
“Con la unión cívico-militar policial”, planteó neutralizarlos en un mensaje al país transmitido por la televisión estatal desde el palacio de gobierno.
El mandatario denunció que fueron detenidas decenas de personas y que “el 80% de los capturados tienen antecedentes penales”, sin dar más detalles.
Crisis migratoria
En la última década, la crisis social y económica —con un aumento de la pobreza, el hambre y el costo de vida— empujó a más de 7,7 millones de venezolanos a emigrar en busca de mejores condiciones. Aunque ha pasado lo peor de la crisis, que hace años provocó una importante escasez de alimentos, la gente aún enfrenta dificultades para cubrir sus necesidades.
Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo crudo del mundo, pero su producción fue en declive en los últimos años en parte debido a la mala gestión del gobierno, la corrupción en la empresa petrolera estatal y las sanciones comerciales internacionales.
Con datos de AP