Aunque el presidente Daniel Noboa se mantiene firme en su decisión de haber ingresado a la Embajada de México en Quito, está muy abierto a resolver la situación diplomática con ese país. Ello ya lo dijo en una carta, pero la forma en que buscará solucionar ese conflicto -que está en la mira internacional- es con una propuesta gastronómica a su par, Andrés Manuel López Obrador.
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Fue con una entrevista a SBSNews donde le preguntaron a Noboa cómo resolverá la tensión que atraviesa con México, país que -de hecho- ha pedido que Ecuador sea retirado de las Naciones Unidas. Además, la Organización de Estados Americanos (OEA) reafirmó que se deben respetar las leyes de cada país y aprobó una resolución de condena el ingreso de las fuerzas a la Embajada.
<b>“Invitaré al presidente Obrador a tomar un ceviche, probablemente podamos comer unos tacos juntos y podemos hablar”.</b>
Todavía no hay una fecha concretada para tal propuesta, pero según Noboa es cuando AMLO “esté listo”. Justamente, en la misiva que publicó el jefe de Estado en sus redes sociales, afirmó estar “dispuesto a resolver cualquier diferencia” con México, pero reiteró que “la justicia no se negocia”.
Por tanto, recalcó en su entrevista con SBSNews que Glas tenía una sentencia. “Lo fue, tuvo un juicio justo. Tenía una sentencia y tenía que estar en la cárcel y eso es lo que pensó nuestro Departamento de Justicia y también lo que pensó el poder judicial del Ecuador. No tengo excusas”.
El Gobierno de Noboa ha insistido en que ha tomado “decisiones excepcionales para proteger la seguridad nacional”, ante cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes o narcoterroristas.
“Cero” arrepentido
Noboa no está arrepentido de haber ingresado a la Embajada de México en Quito para detener a Jorge Glas, aunque un tribunal de la Corte Nacional de justicia (CNJ) declaró “ilegal” y “arbitraria” la acción. Incluso, que México haya roto relaciones diplomáticas, basándose en una “violación” de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas; específicamente, el principio de inviolabilidad de los locales y del personal diplomático mexicano.
“Cero”. Fue su respuesta a una pregunta que le realizaron en una entrevista con SBSNews. Luego le consultaron el por qué no tiene remordimiento de dar la orden de la irrupción en la Embajada de México en Quito, y el jefe de Estado extendió:
<b>“Creo que estamos en el lado correcto de la historia y también condeno el hecho de que algunos gobiernos utilicen sus embajadas como, con una fachada, de refugiados políticos, pero en realidad es para lograr impunidad. En realidad, es para salvar a los criminales de su sentencia”</b>
