El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo este jueves que la eventual expulsión de Ecuador de la ONU, como todos los asuntos relativos a la membresía, depende de los Estados miembros.
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Sin embargo, Guterres, a través de su portavoz Stéphane Dujarric, trató de quitar hierro al conflicto bilateral y dijo que espera que “las tensiones entre Ecuador y México sean tratadas mediante el diálogo”.
También recordó que la ONU ha expresado su “condena por las flagrantes violaciones a la ley internacional (...) cuando la embajada (mexicana en Quito) fue asaltada” el pasado viernes.
Hoy, el Gobierno mexicano pidió suspender a Ecuador de la ONU por el asalto a su embajada en Quito en la denuncia que presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
En la querella, México exige “la suspensión de Ecuador como integrante de la Organización de las Naciones Unidas en tanto no se emita una disculpa pública, reconociendo las violaciones a los principios y normas fundamentales del derecho internacional”, señaló la canciller mexicana, Alicia Bárcena, en una conferencia.
La demanda mexicana no parece fácil de cumplir a juzgar por la propia historia de la ONU: desde su fundación, solo un Estado ha sido expulsado: fue en 1971, cuando Taiwán fue despojado del asiento de la República de China, que en su lugar fue entregado a la República Popular de China.
Ecuador no solo es miembro de pleno derecho de la ONU sino que en este mismo momento tiene asiento en el Consejo de Seguridad dentro de la cuota de países latinoamericanos y caribeños, un puesto que ocupa desde junio de 2022.