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“Tenían un pacto”: los motivos que llevaron a una monja a guardar el cuerpo de su amiga religiosa por un año en el domicilio que compartían

Según reveló la investigación de la PDI y Fiscalía, la mujer de 60 años habría muerto en abril del 2023, por un cáncer. Sus restos estaban al interior de una maleta, en una bodega.

Como “un pacto de amistad”. Ese habría sido el motivo que llevó a una monja de 80 años de la comuna de Ñuñoa, identificada como Lorena Ramírez Becerra, a ocultar durante un año el cuerpo de su amiga de 60, en su domicilio. Restos que aparecieron en la vía pública, en la calle Las Talaveras, haciendo creer que se trataba de un homicidio de crimen organizado.
Sin embargo, tras la investigación de la PDI y descartar lesiones atribuibles a terceras personas, se descubrió que los restos sacados en una maleta desde una casa ubicada en la calle Los Jardines, pertenecían a una de las religiosas.
Esto llevó a tomar declaraciones a la monjas que residían en el inmueble, quienes confesaron que no quisieron enterrar el cuerpo de su amiga de hábitos, “por pena”.
“Aquí hay un pacto. Esta señora realiza un pacto con esta persona que fallece hace un año atrás y la mantiene en el lugar por el cariño que le tenía, al interior de esta maleta. Ellas mantenían una amistad y manifiesta que le tenía mucho cariño y habían un compromiso entre las dos, que ninguna se iba a denunciar. Ni iban a realizar inscripción”, indicó el Subprefecto de la PDI, Juan Fonseca, respecto a la confesión que realizó la religiosa de 80 años.
“Nosotros entendemos que en algún momento de conciencia ella, se da cuenta que su amiga está en una maleta y le quiere dar una sepultura. Ese es el motivo que indica ella”, para dejarla en la vía pública.
La hipótesis del fiscal
El fiscal Francisco Lamas, entregó otra hipótesis, respecto a por qué fue sacada la maleta de la casa y dejada dos cuadras más allá.
Según indicó, la mujer habría muerto en un domicilio ubicado en Suarez Mujica y “luego del fallecimiento, meses después, en una fecha que no hemos precisado, traslada en una maleta al actual domicilio y guarda el cuerpo en una bodega interior. Ese cuerpo está durante varios meses”.
Lo que indica el fiscal, como una “explicación lógica” la razón para sacar el cuerpo fue porque “la hija de esta señora, vuelve a hace unas semanas a vivir a este domicilio. Entonces, lo más probable es que ella, con la probabilidad que descubriera esta maleta con el cuerpo”, lo saca a la vía pública a las 7 de la mañana del pasado lunes.
Monjas investigadas en Ñuñoa

Como “un pacto de amistad”. Ese habría sido el motivo que llevó a una monja de 80 años de la comuna de Ñuñoa, identificada como Lorena Ramírez Becerra, a ocultar durante un año el cuerpo de su amiga de 60, en su domicilio. Restos que aparecieron en la vía pública, en la calle Las Talaveras, haciendo creer que se trataba de un homicidio de crimen organizado.

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Sin embargo, tras la investigación de la PDI y descartar lesiones atribuibles a terceras personas, se descubrió que los restos sacados en una maleta desde una casa ubicada en la calle Los Jardines, pertenecían a una de las religiosas.

Esto llevó a tomar declaraciones a la monjas que residían en el inmueble, quienes confesaron que no quisieron enterrar el cuerpo de su amiga de hábitos, “por pena”.

“Aquí hay un pacto. Esta señora realiza un pacto con esta persona que fallece hace un año atrás y la mantiene en el lugar por el cariño que le tenía, al interior de esta maleta. Ellas mantenían una amistad y manifiesta que le tenía mucho cariño y habían un compromiso entre las dos, que ninguna se iba a denunciar. Ni iban a realizar inscripción”, indicó el Subprefecto de la PDI, Juan Fonseca, respecto a la confesión que realizó la religiosa de 80 años.

“Nosotros entendemos que en algún momento de conciencia ella, se da cuenta que su amiga está en una maleta y le quiere dar una sepultura. Ese es el motivo que indica ella”, para dejarla en la vía pública.

La hipótesis del fiscal

El fiscal Francisco Lamas, entregó otra hipótesis, respecto a por qué fue sacada la maleta de la casa y dejada dos cuadras más allá.

Según indicó, la mujer habría muerto en un domicilio ubicado en Suarez Mujica y “luego del fallecimiento, meses después, en una fecha que no hemos precisado, traslada en una maleta al actual domicilio y guarda el cuerpo en una bodega interior. Ese cuerpo está durante varios meses”.

Lo que indica el fiscal, como una “explicación lógica” la razón para sacar el cuerpo fue porque “la hija de esta señora, vuelve a hace unas semanas a vivir a este domicilio. Entonces, lo más probable es que ella, con la probabilidad que descubriera esta maleta con el cuerpo”, lo saca a la vía pública a las 7 de la mañana del pasado lunes.

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