Una madre del Reino Unido a quien supuestamente le dijeron que su dolor de cuello se debía a su mala postura mientras amamantaba a su recién nacido descubrió que sus síntomas en realidad se debían a un tumor cerebral.
PUBLICIDAD
Fiona Donald, de 41 años, comenzó a sentir dolor en el cuello el día después de dar a luz a su hijo, Ralph, que ahora tiene 6 años.
Un dolor que se convirtió en tumor
La madre de dos hijos se despertaba con fuertes dolores de cabeza y sentía constantes hormigueos en las manos. “Estaba amamantando a Ralph y por la noche tenía dolor en el cuello. El médico me dijo que se debía a la forma en que me alimentaba”, dijo a SWNS Donald, un maestro.
“Pero sabía que era algo más”, continuó. “Había amamantado a mi primer hijo durante tres años y esto nunca le había pasado. Fui al médico tres veces en el transcurso de un año antes de obtener alguna respuesta”.
No fue hasta una resonancia magnética, 14 meses después, que Donald supo que en realidad tenía un tumor cerebral de bajo grado.
¿Cuándo comenzaron sus dolores?
Sus problemas comenzaron poco después de que Ralph naciera por cesárea el 14 de septiembre de 2017 en el Hospital Derriford, en Plymouth, Inglaterra.
La noche siguiente, Donald comenzó a notar un dolor en el cuello después de un día de lactancia. También sintió hormigueo en las manos, así como presión en la cabeza.
Se despertaba todas las mañanas con un fuerte dolor de cabeza y luchaba por vaciar la vejiga. “El hormigueo se produjo casi instantáneamente”, describió Donald. “Al igual que una oleada de presión contra mi cráneo, todos síntomas que no parecían infrecuentes después de tener un bebé”.
El tumor
Después de visitar por tercera vez a su médico, la derivaron para que le hicieran una resonancia magnética en el Hospital Derriford.
La exploración de noviembre de 2018 reveló que tenía una masa en el cerebro que los médicos diagnosticaron como un tumor cerebral de bajo grado, llamado meningioma.
A Donald le dijeron que para extirparlo necesitaría una operación de 13 horas, lo que podría provocar un derrame cerebral, parálisis y daño cerebral. “Todo sucedió rápidamente”, recordó. “En ese momento, mi hijo mayor, Rory, tenía 4 años y Ralph todavía estaba siendo amamantado”.
Donald fue operada el 28 de diciembre de 2018 y quedó con lesiones por compresión en la pierna derecha y dos coágulos de sangre en el cerebro. Pasó tres días en cuidados intensivos antes de ser dada de alta para recuperarse en casa.
“Pensé que, al tener un grado bajo, el tratamiento sería sencillo”, dijo Donald.
“Sin embargo, cuando el médico me explicó que la cirugía podría dejarme con lesiones que cambiarían mi vida, incluida una posible pérdida del habla, incapacidad para respirar sin un ventilador, parálisis del cuello para abajo, derrame cerebral y afectar mi cognición, tuve miedo de que mis hijos nunca supieran La verdadera yo”, confesó.
Donald ha logrado recuperarse por completo. La controlan con exploraciones anuales para comprobar que el tumor no ha regresado.
Lea también: Perfumes para hombre que nunca defraudan, sin importar el estilo de cada quien