La Asamblea Nacional de Ecuador ratificó este miércoles 7 de febrero el acuerdo comercial firmado en mayo pasado con China, por lo que se convertirá en el cuarto país en Latinoamérica en poner en marcha un tratado de libre comercio con el gigante asiático después de Chile, Perú y Costa Rica.
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El acuerdo fue ratificado por el pleno de la Asamblea con 76 votos a favor, 23 en contra y 35 abstenciones, tras una tensa sesión en el hemiciclo que se prolongó durante tres horas en las que intervinieron parlamentarios tanto a favor como en contra.
En los días previos, los gremios empresariales habían enfatizado en la multitud de oportunidades que se abrirían para Ecuador al aplicar este tratado, mientras que los grupos indígenas, ambientalistas y ecologistas mostraron sus temores a que abra la puerta al ingreso de residuos tóxicos y a las flotas pesqueras de China a aguas ecuatorianas.
La actual ministra de Comercio Exterior, Sonsoles García y los exministros del ramo: Francisco Rivadeneira, Daniel Legarda y Julio José Prado, participaron en un conversatorio con los medios de comunicación, donde destacaron que el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Ecuador y la República Popular China, beneficia al país por cuanto diversifica las exportaciones no petroleras; mejora la competitividad; y, protege a sectores productivos ecuatorianos considerados sensibles.
Henry Kronfle, presidente del Parlamento subrayó que se suspendió la sesión 887 del Pleno por casi un mes, para dialogar con las distintas bancadas y desmitificar los posibles perjuicios que podría generar el TLC con China. “Este no es un tema político, no es un tema partidista, es un tema eminentemente técnico”, dijo.
La ministra de Comercio Exterior, Sonsoles García, aseguró que este tratado significa una gran oportunidad para los distintos sectores productivos, particularmente de las micro, pequeñas y medianas empresas, así como de la economía popular y solidaria, por cuanto se abre un mercado de 1.400 millones de personas, con lo cual se incrementarán al menos 8.000 millones los ingresos por concepto de exportaciones y, a lo largo de los 20 años de vigencia, permitirá el acceso a 50 mil nuevas plazas de empleo para los ecuatorianos en los próximos 5 años.
De su lado, el exsecretario de Estado de la Producción, Francisco Rivadeneira, subrayó que Ecuador tiene que aprovechar la oportunidad de diversificar las exportaciones, sobre todo de productos no tradicionales como la pitahaya y los arándanos, considerando que China es una economía que consume alimentos frescos y procesados. “Es un acuerdo bien negociado y no existen razones que impidan su aprobación por parte de la Asamblea Nacional”, enfatizó.
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Entre tanto, Daniel Legarda, también exministro del ramo, destacó que se trata de un acuerdo que fue negociado por cuatro gobiernos distintos, por lo cual 7 ministros de esos regímenes suscribieron un comunicado mediante el cual se exhorta al Parlamento aprobar el TLC entre Ecuador y la República Popular China.
Mientras, el exministro Julio José Prado reiteró que se trata de un acuerdo comercial que beneficia sustancialmente al Ecuador, porque China no necesita de este instrumento para entrar a nuestro país, pero para nosotros sí es fundamental contar con este convenio para que las exportaciones se diversifiquen y que se dé una desgravación inmediata, en algunos casos, como el del banano; y, en plazos de entre 5 y 10 años para otros productos, salvaguardando la producción nacional, en más de 800 partidas sensibles.
