El presidente chileno, Gabriel Boric, reconoció este 14 de enero que las comparaciones entre la crisis de violencia sin precedentes que vive Ecuador y el aumento de la violencia en Chile le parecen “preocupantes” y pidió “unidad” para enfrentar al crimen organizado, que este fin de semana se cobró la vida de una menor en Santiago.
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”Ha habido varias comparaciones en los últimos días que me parecen preocupantes: Chile no es Ecuador. Chile tiene instituciones fuertes y sólidas que tenemos que cuidar entre todos”, dijo el mandatario desde Guatemala, a donde viajó para asistir a la toma de posesión del presidente electo, Bernardo Arévalo.
El crimen organizado, agregó Boric, se debe “enfrentar con mano firme, sin contemplaciones y sin divisiones entre la sociedad”.
Ecuador vivió el pasado 9 de enero una jornada de terror, que dejó varios muertos en distintos actos violentos, entre ellos la toma temporal de un canal de televisión por parte de un grupo armado en Guayaquil y motines en distintas cárceles.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, declaró la existencia de un “conflicto armado interno” en el país y ordenó a las Fuerzas Armadas ejecutar acciones militares contra una veintena de grupos criminales que las autoridades consideran “terroristas”.
Ecuador era uno de países más seguros de la región, pero la situación ha cambiado radicalmente en muy pocos años: en 2018, el país tenía 6 homicidios por cada 100.000 habitantes y en 2023 la cifra llegó a 46 homicidios, lo que implica un aumento de casi el 800 %.
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Pese a que la situación es muy distinta, Chile vive desde hace unos años una crisis de inseguridad que ha llevado a la tasa de homicidios a crecer desde los 4,5 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018 a los 6,7 en 2022.
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Este fin de semana ha sido especialmente violento, sobre todo en Santiago, donde la noche del sábado una niña de 10 años murió luego de que desconocidos dispararan contra el auto en el que viajaba.
”Nos indigna, nos desgarra, nos enfurece, peor también nos moviliza a perseguir con más fuerza a estos delincuentes inmisericordes que creen que pueden actuar con impunidad (...) No vamos a normalizar estos hechos violentos en nuestra patria”, indicó Boric.
Chile, aún así, sigue siendo uno de los más seguros del continente, pero la sensación de inseguridad no para de crecer entre la población y el crimen se ha convertido en la mayor preocupación ciudadana, por encima de la inflación o el desempleo.
”Necesitamos estar todos juntos (...) Estamos abiertos, sin ningún tipo de complejo ideológico, a considerar todas las alternativas que mejoren las condiciones de vida y la seguridad de los chilenos y chilenas”, concluyó Boric, a quien la oposición acusa de ser tibio en la lucha contra la violencia.