Durante las fiestas de Fin de Año es donde se ve la venta y uso de camaretas y pirotecnia. Sin embargo, los riesgos que conlleva la manipulación irresponsable de estos materiales explosivos puede tener consecuencias graves, como la pérdida de extremidades, incluso hasta la muerte.
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Solo en Quito, durante 2023, se registraron 4 eventos por el mal uso de pirotecnia. De acuerdo, al Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito, en agosto de este año existió una emergencia en la Av. General Rumiñahui, donde una persona que laboraba de forma clandestina en su vivienda, elaboraba material pirotécnico para el expendio.
Lo que estaba realizando la persona eran pruebas de pólvora adentro de los artefactos, realizando detonaciones en un terreno para ver el nivel. Por la carga calórica y la cantidad de pólvora que tenía en el interior, trabajaba con nitrato de Potasio, altamente oxidante, producto de eso, se da una detonación y la persona pierde todo su miembro inferior derecho.
De acuerdo al Capitán Luis Landívar, Jefe de la Unidad de Manejo de Materiales Peligrosos del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito, la pirotecnia son explosivos, tipo número 1, es decir que es clasificado como material peligroso.
“Durante todo el año está confinado en polvorines, pero lamentablemente en esta época del año llega a los bolsillos, llega a las manos de las personas más vulnerables como niños”, indicó Landívar.
Asimismo, señaló que: “se realizan detonaciones, extraen el contenido de los artefactos pequeños y depositan en contenedores más grandes como botellas, latas para provocar una mayor explosión, causando daño a las personas más vulnerables como las personas que poseen autismo, daño a las mascotas, sobre todo los perros, que tienen una capacidad auditiva de cuatro a cinco veces superior a la del ser humano, lo que aumenta el ritmo cardiaco y el estrés en el can”.
Sobre sus compuestos
La pirotecnia posee elementos altamente oxidantes. Existen diferentes formas de elaborarlos. Se puede hablar de nitratos, cloratos, percloratos. Todos tienen la capacidad de generar oxígenos, para provocar una detonación.
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“Muchas veces se lo tiene guardado durante un año, y sabiendo que la composición de la atmósfera es del 21% de oxígeno, probablemente la composición físico química de ese material se haya modificado y no va a explotar cuando nosotros estamos esperando, sino que se posterga, y al momento en que nosotros cuando nos acerquemos a verificar, vamos a tener una detonación, con consecuencias como quemaduras de segundo grado, pérdida de dedos, pérdida de miembros”, explicó el experto en materiales peligrosos del Cuerpo de Bomberos.
Asimismo, recalcó que: “los explosivos de fabricación casera no están regulados y están sancionados. El Código Orgánico Integral Penal (COIP) menciona en su artículo 396 que existe una pena privativa de libertad de 15 a 30 días para quienes expenden y comercializan este tipo de material, por eso se requieren los permisos correspondientes para realizar este tipo de actividad”.
¿Quiénes permiten ejercer este tipo de actividad comercial?
La Fuerzas Armadas son las que están encargadas del control y regulación para dar los permisos correspondientes, ya que está adentro del departamento de control de armas, bajo el Ministerio de Defensa.
Quienes ejerzan una actividad económica necesitan una LUAE (Licencia Única de Actividades Económicas, por lo que existen ordenanzas y normas técnicas para hacer este tipo de actividades:
RTQ 4 Norma Técnica Metropolitana para Manejo de Materiales Peligrosos, posee en su contenido a cerca de la fabricación, expendio o comercialización de material pirotécnico. La INEN 2216 refiere a la Manipulación, transporte y Almacenamiento de explosivos.