El denominado virus del “ciervo zombie” produce la caquexia crónica, una peligrosa enfermedad mortal en animales. Esta enfermedad provoca un deterioro progresivo del sistema nervioso de ciervos y alces.
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En noviembre, se detectó el primer caso de caquexia crónica (CWD, por sus siglas en inglés) en el Parque Nacional de Yellowstone, al noroeste de Wyoming en Estados Unidos. De momento se ha propagado en más de 30 estados de EE.UU., también se habría propagado a Corea del Sur y Canadá, según informó el Servicio Geológico del país.
La alarma de la comunidad científica se activó después de que se notificara el primer caso por CWD y analizan si es posible que se transmita a los humanos. Aunque el Servicio de Parques Nacionales de EE.UU. afirmó que actualmente no hay pruebas de que la caquexia crónica pueda infectar a los seres humanos o a animales domésticos, se recomienda evitar el consumo tejidos de animales infectados.
Cory Anderson, codirector del programa del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas, expuso como ejemplo para The Guardian el “brote de las vacas locas” (EEB), enfermedad que afectaba al ganado y terminó contagiando a humanos: “Estamos hablando de la posibilidad de que algo similar pueda ocurrir. Nadie dice que definitivamente sucederá, pero es importante que la gente esté preparada”.
En la actualidad no existe ninguna vacuna o tratamiento para esta enfermedad. “El motivo de la preocupación radica en que no tenemos una manera fácil y eficaz de erradicarlo, ni de los animales que infecta ni del medio ambiente que contamina. La enfermedad es invariablemente mortal, incurable y altamente contagiosa”, agregó Anderson.
¿Cuál es la causa de la enfermedad, síntomas y cómo se transmite?
La enfermedad es causada por priones (una proteína malformada), que se acumula en el cerebro y provoca cambios fisiológicos y de comportamiento. Se propaga a través de la familia de cérvidos: ciervos, alces, caribúes y renos, lo que llevó a que la gente la llamara “enfermedad del ciervo zombie”. Sus síntomas más evidentes en animales son la apatía, la pérdida de peso y el babeo excesivo.
Con respecto a su transmisión, el Servicio de Parques Nacionales también explicó que puede darse por contacto directo de animal a animal, o indirectamente por contacto con partículas infecciosas que se encuentran en el medio ambiente como heces, suelo o vegetación.