Canadá proporcionará residencia a 15.000 personas de Venezuela, Colombia y Haití que deseen entrar a su territorio mediante un patrocinador.
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De acuerdo con el anuncio del ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Marc Miller, ya están abiertas las solicitudes para proporcionar residencia permanente a los extranjeros.
“Estamos decididos a mantener nuestra tradición humanitaria y apoyar a los necesitados. Proporcionar vías seguras y legales para que las personas desplazadas puedan empezar una nueva vida en Canadá no sólo cumple ese compromiso, sino que también fortalece nuestro país a través de las profundas contribuciones que los recién llegados hacen en sus comunidades, incluyendo el crecimiento de nuestra economía y llenando los vacíos del mercado laboral”, sostuvo Miller.
Los requisitos establecidos por Canadá son:
Para optar a la vía humanitaria deben reunirse varias condiciones:
El solicitante principal debe ser un hijo, sin importar la edad, nieto, cónyuge, pareja de hecho, padre, abuelo o hermano de un ciudadano canadiense o residente permanente que acepte mantenerlos como un ancla por un año.
Se debe planear vivir fuera de Quebec. Esta provincia optó por no participar en el programa humanitario.
Para postularse se debe enviar una solicitud mediante el portal IRCC en línea.
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Es necesario presentar una declaración legal firmada por el presentador que confirme la disposición a ofrecer apoyo en Canadá.
Las personas seleccionadas para esta vía humanitaria obtendrán servicios antes de su llegada, entre ellos una evaluación de habilidades laborales y una derivación a una organización proveedora de servicios de asentamiento en su comunidad.
Los solicitantes también pueden ser elegibles para recibir asistencia financiera transitoria del Programa de Asistencia para el Reasentamiento.
Las instituciones vinculadas al tema migratorio, deberían promover la orientación sobre la oportunidad que se presenta para Colombianos, Haitianos y Venezolanos, para evitar un viaje sumamente peligroso en el que pueden perder la vida, lamentablemente.