Hartos de la delincuencia y de las extorsiones, los habitantes de la parroquia de Píntag, sureste de Quito, golpearon a cuatro personas que estaban supuestamente asaltando locales del sector. Su intención era darles un escarmiento ya que fueron confundidos con vacunadores.
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Por su parte, los cuatro hombres contaron a los policías que recientemente habían salido de forma voluntaria de un centro de rehabilitación de alcohol y drogas. Esto, había exaltado a la población que trató de hacer justicia por sus propias manos.
Policías resultaron afectados por salvar a los presuntos delincuentes:
Los habitantes de Píntag iban a quemar vivos a los cuatro sujetos por lo que alrededor de 20 agentes policiales llegaron hasta el barrio San Alonso para evitarlo. Pero, en el incidente algunos uniformados resultaron afectados. Dos presentaron heridas leves cuando la población les lanzó piedras y palos.
Los patrulleros también presentaron daños.
La actitud sospechosa de los sujetos provocó la reacción de los vecinos quienes indicaron que nunca se les había visto por el barrio. Los moradores han indicado que se sientes inseguros por toda la ola de robos que están viviendo.
La parroquia rural de Píntag está conformada por 38 barrios.