La Policía Nacional de España incautó 1 700 kilos de cocaína ocultos en contenedores que habían llegado en un barco desde Ecuador, en una operación con la que dio por anulada la principal vía de entrada de esta droga en España por parte del conocido como cártel de los Balcanes.
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Según informó, este martes 26 de septiembre la Policía española, la operación conjunta con Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria española se desarrolló en el puerto de Valencia (este), con la detención de un supuesto miembro de este grupo, que se había desplazado desde Albania.
La cocaína iba oculta en contenedores marítimos de frutas procedentes de Ecuador de diversas formas: en los huecos de refrigeración de los contenedores, en falsos suelos en los mismos o en vigas con oquedades para alojar la droga, según informó EFE.
La investigación se inició al tener conocimiento de que el entramado podría estar importando semanalmente contenedores marítimos con frutas procedentes de Ecuador que ocultarían importantes cantidades de droga, de acuerdo con un comunicado de la Policía.
Los investigadores lograron detectar empresas que podrían estar siendo usadas por el cártel y se comprobó cómo habían comenzado a utilizar los contenedores marítimos, que entraban en España de forma regular a través de una empresa exportadora de frutas de Ecuador, con destino a Valencia.
Sobre el cártel de los Balcanes
En marzo de este año, Global Initiative against Organized Crime y el Instituto Prensa y Sociedad, en alianza con Vistazo y Código Vidrio publicaron una investigación sobre los hitos de la mafia de los Balcanes en Ecuador.
Con la llegada de su líder, Milan Milovac, a Ecuador en 2009, huyendo den las autoridades serbias y de la Interpol, por el delito de tráfico de drogas, se instaló en Guayaquil, con el nombre de Marko Patricio Markovic Gómez. En enero de 2020 se conoció de su muerte.
Esta mafia no solo estaría compuestas por albaneses, sino por ciudadanos de Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Grecia, Italia, República de Macedonia, Montenegro, Rumanía, Serbia, Kósovo y Turquía. Vieron en Ecuador una oportunidad para abrir nuevas rustas y transportar droga al viejo continente.