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Fenómeno de El Niño ¿Qué significa la alerta naranja en Ecuador?

El fenómeno de El Niño consiste en un inusitado calentamiento del Pacífico Este Tropical, que deriva en fuertes lluvias en las zonas costeras que provocan eventuales inundaciones

Durán, martes 21 de febrero del 2023 Nuevamente varios sectores de la ciudadela El Recreo del cantón Durán, quedaron anegadas, luego de la intensa lluvia
Durán, martes 21 de febrero del 2023 Nuevamente varios sectores de la ciudadela El Recreo del cantón Durán, quedaron anegadas, luego de la intensa lluvia (César Muñoz/API)

De acuerdo al Manual del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), en Ecuador se pasa a alerta naranja cuando las condiciones y parámetros indican que la materialización es inminente. La probabilidad de ocurrencia del evento peligroso es muy elevada.

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Dicha alerta se ha declarada debido a la probabilidad del 99% de la llegada del Fenómeno de El Niño en el último trimestre de 2023. Según el manual, cuando se incremente la probabilidad de ocurrencia de un evento, este se asociará con uno de los niveles de alerta.

Niveles de alerta

En Ecuador se establecen cuatro niveles de alerta que están asociados a colores:

Amarilla

El monitoreo de los parámetros indican una activación significativa de la amenaza. Las condiciones y parámetros indican que puede presentarse un evento que produzca afectaciones en la población.

Naranja

Las condiciones y parámetros indican que la materialización es inminente. La probabilidad de ocurrencia del evento peligroso es muy elevada.

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Roja

El evento está en desarrollo y se monitorea su evolución, manejo e impactos.

Las autoridades responsables de los cambios de alerta no solo deben evaluar la dinámica de la amenaza o evento sino que además, deben considerar las condiciones y estado de los factores de riesgo tales como vulnerabilidades, exposición poblacional, entre otras.

Acciones

Para cada estado de alerta se establecen acciones. En este caso, la naranja:

Una vez notificado el cambio de alerta a las instituciones, el presidente del COE activará el Comité de Operaciones de Emergencia en función del tipo de amenaza acogiendo las recomendaciones de la SGR, con la finalidad de implementar planes de evacuación y respuesta en las acciones que sean requeridas.

Entre el accionar, la Policía Nacional restringirá el acceso de la población civil a los sitios de peligro por lo que se aplican planes de movilidad. Asimismo, la instancia territorial informará y recomendará a la población sobre medidas y acciones de autoprotección.

La Policía Nacional, Fuerzas Armadas y Entidades de Primera respuesta coordinados por la SGR, apoyarán la evacuación voluntaria de las personas hacia zonas seguras.

De igual manera, se activará los alojamientos temporales y se realizará el preposicionamiento de bienes de asistencia humanitaria en la posible zona de impacto.

El Niño

El aumento del nivel de alerta se declaró debido a que la presencia del fenómeno natural es “inminente y posiblemente coincidirá con la época lluviosa del país, en el último trimestre del año”, según señaló el secretario de Gestión de Riesgos, Cristian Torres.

El director del Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (Inocar), Carlos Zapata, también que a principios de octubre zarpará un crucero que levantará una huella oceanográfica y vigilará el ingreso de aguas cálidas del Pacífico central a la parte oriental del océano.

El pasado 24 de agosto, el Comité Nacional del Estudio Regional del Fenómeno de El Niño (Erfen) advirtió de que la temperatura superficial del mar en el Pacífico Oriental presentaba anomalías de hasta 3,3 grados centígrados, 1,3 grados por encima del promedio considerado habitual para la época.

Además, el desplazamiento de las ondas Kelvin, que pueden intensificar el fenómeno, se esperaba para fines de septiembre, según dicho Comité.

En qué consiste

El fenómeno de El Niño consiste en un inusitado calentamiento del Pacífico Este Tropical, lo que deriva en fuertes lluvias en las zonas costeras que provocan eventuales inundaciones y el desbordamiento de ríos, principalmente en Ecuador y en la costa norte de Perú, aunque sus efectos han alcanzado dimensiones globales.

Con datos de EFE

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