Uno de los últimos registros de consumo de cerveza, revela que en el 2020 se bebieron y usaron 177 millones de kilolitros de esta bebida en todo el mundo. Esos mil millones de litros reflejan que este trago es uno de los preferidos pero, ¿qué pasaría si su sabor y forma de tomarlo cambiarían?
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Desde Alemania han llegado reportes que ponen en jaque a la industria cervecera y el gran culpable es el cambio climático. Actualmente, los germanos están trabajando en procesos para evitar el uso de agua y el tratamiento del lúpulo.
Después de temperaturas abrasadoras, sequías y tormentas, la cosecha de lúpulo en Alemania disminuyó de forma pronunciada que en cualquier momento desde la Segunda Guerra Mundial.
Una de las alternativas que se está analizando, según reseña TV Azteca, se espera comercializar en un futuro la cerveza en polvo. La misma se aplicaría sobre una cantidad de agua indicada y así poder disfrutar la bebida de una forma contraria a la actualmente establecida.
El tema es serio, ya que un reciente estudio dirigido por el ministerio Federal de Economía de Alemania ratifica que el sabor de la cerveza podría cambiar para siempre, esta sería más seca.
Es importante mencionar que la recomendación es disolver el polvo en agua carbonatada, de modo que la textura se parezca lo más posible a una cerveza ‘normal’.
Hacer cerveza contamina
Producir un litro de esta bebida requiere hasta tres de agua y la enorme cantidad de vidrio para su distribución. Es decir, la industria cervecera tiene una importante huella de carbono e hídrica en el mundo.