Los cuerpos son de nacionalidad ecuatoriana, nunca fueron reclamados y sus muertes fueron por diferentes causas. Este martes 4 de julio, la Policía Nacional, mediante el Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (SNMCF), realizó la inhumación de veinte cuerpos no identificados, identificados y no retirados en el cementerio de la Magdalena, ubicado en el sur de Quito, con el fin de brindar una digna sepultura a los restos humanos.
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En coordinación con la jefatura de Medicina Legal del Distrito Metropolitano de Quito, los uniformados llevaron a cabo el entierro de los cadáveres, conforme lo señalan los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias y legales.
Los cuerpos habían sido sometidos a procedimientos técnicos-científicos para su identificación física permanecían en las cámaras frigoríficas de conservación.
El Crnl. Ricardo Paz y Miño, Director Nacional de Investigación Técnico Científica Policial, señaló que “existe un cadáver del año 2020 y respectivamente del 2021, 2022 y 2023, debido a que los cuerpos que se encuentran en este proceso de inhumación no constan en la base de datos de desaparecidos”.
Asimismo, el gendarme enfatizó que Medicina Legal dispone de registros y documentos que permiten la entrega del cuerpo a sus familiares directos. Además, la identificación de la persona fallecida no tiene ningún costo.
“La normativa jurídica establece que pasado los 30 días de la permanencia de un cuerpo en las dependencias de Medicina Legal puede iniciarse un proceso de inhumación o de donación de estos cuerpos a las universidades públicas para los estudios respectivos”, agregó Paz y Miño.
Sobre el proceso
- Realización de la identidad del cadáver.
- Liberación del cuerpo sin vida del proceso judicial.
- Coordinación de los espacios con los cementerios.
Sin embargo, se conoce que los trámites pueden extenderse más. Además, según se establece, hay que tomar una muestra del cuerpo para un análisis posterior en caso de investigaciones.
De igual manera, las autoridades señalaron que desconocen la razón por la cual los cuerpos que fueron identificados por sus familiares, no fueron retirados.
