Pablo Escobar, al igual que sus sicarios, pasará a la historia como uno de los narcotraficantes más temidos y sanguinarios de la historia. El colombiano tenía la fama de conseguir lo que quería, incluido mujeres.
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Wendy fue una de las féminas que cayó en las mañas del capo de la mafia, aunque su desenlace fue el otro lado del romance. En el libro “Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar”, la viuda del narcotraficante relata la barbarie que cometieron contra la joven.
Escobar tenía prohibido a sus amantes el hecho de embarazarse. Cuando se enteró que estaba en proceso de gestación Wendy Chavarriaga, este la secuestró y usó veterinarios para extraerle un feto de 5 meses, como si se tratará de un animal.
Escobar dio la orden a sus hombres, Yeison, la Yuca, Carlos Negro y Pasquín para que sujetaran a la modelo y le aplicaran un sedante. Cuando despertó, Pablo Escobar seguía a su lado. Él mismo le contaría que acababa de cometer un crimen. “Te lo saqué”, le dijo el narcotraficante, alrededor de Wendy había un veterinario y dos sicarios, quienes acababan de practicarle un aborto.
La noticia tan impactante instó a la joven modelo intentar atentar contra su vida, los guardespaldas de Escobar frenaron que la víctima se lance por la ventana. A pesar que juró venganza, Pablo ordenó su muerte tiempo después; Popeye fue el encargado de acabar con la vida de Wendy.
Wendy fue la única mujer en la vida de Escobar que pudo conquistar sin ayuda de nadie, el narcotraficante usaba a sus “compinches” para ofrecer lujos a quien le parecía simpática y así provocar una cita a largo plazo.
“Pablo no tuvo más amantes que esa pobre niña Wendy y yo, las otras eran prostitutas muy bonitas de una noche porque a Pablo, sobre todo cuando empezó a esconderse, le daba mucho miedo que sirvieran de señuelo a sus enemigos”, relató en el libro Virginia Vallejo (periodista y amante de Escobar).