Narciso Rodolfo V. B., de 52 años fue sentenciado a un año de prisión por ser el autor de un delito contra la flora y fauna silvestres, en especial por la muerte de una águila andina, que se encuentra en peligro de extinción. Esta vez se dio un importante fallo judicial.
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El hecho ocurrió en Quijos, provincia de Napo y el veredicto se basó en el testimonio de un biomonitor. Así fue la intervención de la Fiscalía General del Estado. Se trata de Luis S., quien verificó la existencia y ubicación de cóndores y otras aves, como relató en su testimonio durante la audiencia de juzgamiento.
Mientras conducía por la vía, aviustó un águila andina amarrada a una caña guadua de más de 5 metros de altura. El ave estaba crucificada y lista para ser embalsamada.
Ante el descubierto macabro, el hombre informó al Director de la Fundación Cóndor Andino. Junto con agentes de la Policía de medioambiente y la Fiscalía, se dirigieron al lugar.
La especie fue torturada hasta su muerte:
Las autoridades llegaron hasta el lugar donde se encontraba el águila muerta y con la ayuda de la Fundación, le realizaron una necropsia. Se encontraron siete perdigones en el cuerpo del animal.
Se trataba de una hembra subadulta en período de reproducción, una especie que tiene el amparo y protección, tanto por la legislación nacional como por las normas internacionales de conservación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Además, la necropsia reveló que el águila andina presentaba una fractura expuesta del ala y que los perdigones atravesaron su cuerpo, causándole una muerte agonizante.
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Consecuencias por atentar contra la fauna:
En su defensa, el acusado alegó que no sabía que el ave era un águila andina en peligro de extinción y se refirió a ella de manera despectiva. Según su testimonio, un trabajador llamado “Nelson”, quien no testificó en el juicio, encontró el águila muerta en el guadual y la levantó para embalsamarla, colocándola en esa posición.
La muerte de esta águila habría podido producir, en promedio, un polluelo por año durante 15 años, por lo que la muerte de este ejemplar tiene consecuencias significativas para la conservación de la especie. Esto, porque solo existen 200 especímenes adultos en todo Ecuador y la caza ilegal es la principal causa de su disminución.
Un año de cárcel:
Narciso Rodolfo V. B. fue condenado a un año de privación de libertad como autor del delito contra la flora y fauna silvestres.
Además, se le ordenó completar un curso de 120 horas sobre conservación, entregar 3.000 dólares para financiar el monitoreo de aves y pagar una multa equivalente a cuatro salarios básicos.
Finalmente la Fiscalía recuerda que los delitos contra la flora y la fauna silvestres se castigan con pena privativa de libertad de uno a tres años, según el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal.