Estamos cerca de cumplir un mes desde que el presidente Guillermo Lasso posesionó a Paco Moncayo como consejero de seguridad, y a Wagner Bravo como Secretario de Seguridad Pública. Lo que parecía ser una decisión para frenar, lo antes posible, la ola de violencia y delincuencia en Ecuador, no ha dado los resultados esperados ya que ni las iglesias se salvan de este problema.
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La madrugada de este martes 23 de mayo varios sujetos arribaron a la iglesia San Francisco, Quevedo, para robar el templo religioso. Los antisociales hicieron un hueco en la pared, como si fueran un topo, para cumplir su cometido.
Los objetos sustraídos serían un tanque de gas, vasos religiosos de plata, un parlante recargable, una cadena de plata con oro y ocho anillos de oro. Autoridades se percataron el crimen cuando el obispo José Vásquez reportó el problema.
Los servidores policiales optaron por pedir testimonios de moradores del sector, lastimosamente muchos no dieron detalles por miedo a represalías. Aún se cumplen labores investigativas según reportan medios locales.
Datos que alertan en Ecuador
El Gobierno, de la mano del presidente Guillermo Lasso, acotado que el incremento de la delincuencia y violencia se debe a su lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, las cifras en el primer trimestre del año son alarmantes.
Entre el 1 de enero y el 20 de marzo de 2022, las autoridades contabilizaron 815 muertes violentas. Mientras que en los mismos 78 días de 2023 hubo 1.356 casos. Esto supone un incremento del 66,4%.
Entre los principales sectores del país donde la violencia y delincuencia se da con mayor frecuencia están: Prosperina, Sur de Guayaquil, Esmeraldas, Quevedo, Pascuales, Manta, Portete, Esteros, Florida, Portoviejo, Milagro, Salinas, Durán y Balzar.