Quito

Adrián Ibarra: Más acuerdos y menos diferencias, la aspiración del nuevo Concejo Metropolitano de Quito

“A la ciudadanía le interesa que trabajemos en la seguridad, el desempleo y la seguridad social”, afirma el concejal electo.

Adrián Ibarra, concejal de Quito y coordinador de la bancada de concejales por la Revolución Ciudadana (RC5).
Adrián Ibarra, concejal de Quito y coordinador de la bancada de concejales por la Revolución Ciudadana (RC5) (Cortesía)

El próximo 14 de mayo se posicionarán las nuevas autoridades seccionales en cada provincia. Alcaldes, prefectos y concejales asumirán sus cargos por los siguientes cuatro años.

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En Quito, los ciudadanos tienen incertidumbre respecto al rumbo que tomará la nueva administración, tras los conflictos políticos que han primado en las últimas administraciones.

En entrevista para Metro Ecuador, Adrián Ibarra, concejal de Quito y coordinador de la bancada de concejales por la Revolución Ciudadana (RC5), asegura que la nueva administración trabajará en tres ejes principales para mejorar la calidad de vida de los quiteños y quiteñas.

Como concejales electos por la RC, ¿qué acciones se han realizado previo a la llegada al Concejo?

Hemos mantenido reuniones con otros concejales, bancadas y el alcalde electo. Estos esquemas de trabajo han sido fundamentales para entender que los planes de trabajo con otras organizaciones políticas tienen más similitudes que diferencias, en cuanto a los proyectos para la ciudad. De esta manera, hemos establecido acuerdos que prioricen proyectos necesarios para que la ciudad salga del hueco en el que se ha mantenido durante las últimas tres administraciones (Rodas, Yunda y Guarderas).

Ha sido muy penoso durante esta transición ver el estado en el que están las instituciones y servicios municipales. Por ejemplo, la tasa de desempleo en la ciudad es el doble del promedio nacional. Además, de los 280 UPC que existen, tan solo el 28% sirve, y de ese porcentaje, la mayoría solo se utilizan por horas. Incluso hemos encontrados UPC destruidos, que son guaridas de ladrones o funcionan como cevicherías.

Los quiteños somos testigos del pobre accionar que ha tenido el Municipio en los últimos años. El Metro es el más grande termómetro de lo que tenemos actualmente como ciudad: un proyecto que se debía inaugurar hace cinco años atrás, que nos ha costado dos mil millones de dólares y que aún no tiene una fecha real de operación.

Estas particularidades hacen que las conversaciones con las otras bancadas se basen en entender la grave situación en la que estamos recibiendo la ciudad, para sumar esfuerzos y sacar los grandes proyectos de la ciudad. Dejar de lado ese Concejo enfocado en los problemas políticos y en la repartición del municipio.

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Las últimas alcaldías no han logrado llegar a un consenso interno, ¿cuál es la expectativa con esta nueva administración?

La expectativa es muy buena a partir de las conversaciones que hemos tenido entre todos los concejales, de todas las bancadas. Todos están abiertos a trabajar por la ciudad. La gravedad nos hace, si bien no desprendernos de las camisetas políticas particulares, colocarnos la de ciudad.

Lo primero que estamos haciendo es un tablero de prioridades sobre los proyectos, muchos de los cuales coinciden con los planes presentados por los candidatos a la alcaldía en las últimas elecciones seccionales. Para todos está claro que debemos mejorar la seguridad en la capital, el empleo, la reactivación económica y la protección social.

Como bancada (RC) tienen la mayoría y marcarán la agenda, en ese sentido ¿qué proyectos podría esperar la ciudadanía en los primeros meses?

La primera ordenanza que vamos a tratar es la regularización masiva de barrios porque eso nos va a permitir combatir el tráfico de tierras. Este es un problema muy grave en los barrios suburbanos y rurales que desencadena en los asentamientos irregulares y las mafias especuladoras. Nos ayudará a la planificación de la obra básica (agua potable, luz, alcantarillado) y plantear una moratoria de regularización, para establecer los límites de la frontera constructiva de la capital y programar los recursos para el desarrollo urbanístico.

Si encontramos barrios sobre zonas de riesgo no mitigables, después de los informes técnicos que lo verifiquen, vamos a proponer una reubicación porque no podemos regularizar en condiciones de riesgo. Así podemos repoblar zonas de Quito, que por distintas circunstancias (seguridad, desempleo, etc.), están abandonadas.

En movilidad, el Metro, la transportación municipal y privada, rediseño de frecuencias, ¿qué se plantea al respecto?

Todo es parte de un Plan Integral de Movilidad, es decir, no tiene que ver con solo poner a funcionar el Metro, sino que a partir de los datos que demuestren cómo este sistema cambia la dinámica de movilidad, se tomarán decisiones para reestructurar las frecuencias. De hecho, hemos pensado en cambiar modelos de gestión para que ya no se cobre por usuario sino por kilómetro recorrido. Esto eliminaría problemas como la espera de buses o las carreras que realizan algunos colectivos. Además, podremos tomar decisiones sobre el pico y placa.

¿Qué soluciones se plantea en cuanto a desempleo y protección social?

Para nosotros la seguridad es una prioridad. La tasa de seguridad que pagamos los quiteños y quiteñas se debe invertir en las herramientas necesarias para que la Policía cumpla con su trabajo. Se la utilizará para reconstruir los UPC. Además, debemos exigir al Gobierno Nacional que dote a Quito de los policías necesarios para controlar la delincuencia.

En cuanto a competencias, ¿se ha revisado el Estatuto Autonómico de Quito?

La gran discusión es entender que la especificidad en las competencias que debe tener la capital tiene que venir acompañada de un análisis de presupuesto. De nada sirve publicar un Estatuto Autonómico donde detallemos competencias adicionales a las que actualmente abarca la capital, si no vamos a dotar del presupuesto necesario para que se vuelvan realidad.

Con respecto a su labor como concejales, ¿cómo plantean cumplir su trabajo?

Los concejales de RC planteamos que el Observatorio Ciudadano sea libre, de manera que podamos exponer los proyectos y ordenanzas que trabajaremos para que la ciudadanía sea partícipe. Esto le permitirá a la ciudadanía calificar la gestión de los concejales. Y ojalá que eso se replique en las otras bancadas.

¿Se activará el mecanismo de silla vacía?

Por supuesto. Primero, se debe tener en claro que hay un componente legal de silla vacía que se debe cumplir y, más allá de eso, se debe dar la debida importancia a este mecanismo que en ocasiones ha sido menospreciada. Esta es la única forma de construir, aterrizando en la realidad de los ciudadanos.

¿Ya se tienen perfiles de quién será la vicealcaldesa?

Al estar la alcaldía presidida por un hombre, nuestra vicealcaldía debe estar encabezada por una mujer. Como RC vamos a proponer a María Fernanda Racines, concejal electa por las parroquias rurales.

En las reuniones previas hemos tenido una reacción positiva hacia María Fernanda y esperamos que la designación de la vicealcaldía sea un tema de forma porque lo que le interesa a la ciudadanía es que trabajemos en mejorar la seguridad, el trabajo y la protección social, y olvidarnos de ese Concejo donde lo principal era el reparto político.

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