El caso de la pareja de esposos, Vanessa Egas y Mauricio Martínez, conmocionó a Quito. Apenas se supo de su secuestro, las fotos de los abogados circularon en todas las redes sociales. Afortunadamente, la pareja fue localizada con vida la madrugada de este lunes tras ser víctimas de un secuestro de oportunidad en la Ruta Viva.
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Estaban en una casa del sector de la Ferroviaria Alta, en el sur de Quito. “Este es un secuestro extorsivo, retienen a la persona mientras hacen la obtención de los recursos que tienen en sus cuentas. No es planificado, sino de oportunidad, buscan dónde cometer un delito”, dijo Fausto Salinas, Comandante General de la Policía Nacional.
En aquel lugar permanecieron aislados en una habitación de esa vivienda, Mauricio estaba maniatado y Vanessa no, de acuerdo a los detalles que han brindado las autoridades.
¿Cuál fue la clave para dar con su paradero?
Los delincuentes obligaron a Mauricio y Vanessa a realizar transferencias bancarias y una menor de edad era la encargada de sacar el dinero del cajero. Ese fue el detalle para rastrearlos.
“En este caso en poquísimas horas, tomando lo poco que nos dejaron en el tema de una transferencia y haciendo una trazabilidad, sobretodo técnicas investigativas extraordinarias pudimos dar con la persona que intentó sacar el dinero en el cajero ya en la madrugada porque siempre esperaban que cambie el día por los montos y llegar hasta el cautverio”, dijo el ministro del Interior, Juan Zapata.
“Se realizó un trabajo técnico con más de 40 unidades en la ciudad comprobando cualquier indicio o dato que nos daba la ciudadanía y una de las acciones que dispararon el operativo fue el retiro del dinero”, mencionó Salinas.
Además de los cuatro detenidos (dos mayores de edad y dos menores aislados), hay cinco personas más que habrían participado en este delito y se busca ponerlas a órdenes de la justicia.
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Los victimarios exigieron claves de tarjetas y transferencias o de lo contrario atentarían contra su vida.
Zapata también confirmó que instalarán cámaras en el sector porque algunas están dañadas. “Ayer me puse en contacto con el director del ECU para que instalen cámaras de videovigilancia en todo el callejón”.