El 26 de febrero cerca de las 17:52 en Lago Agrío, en la comunidad Cofán, asesinaron al representante indígena Eduardo Mendúa de 40 años. Según el ministro del Interior Juan Zapata previo al crimen la víctima habría recibido amenazas de otros dirigentes de la zona; la aseveración no fue bien recibida por la CONAIE.
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La Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) indicó a Zapata que no se lave la manos. Agregaron que la violencia generada en el sector se originó por la presión e intervención divisionista de Petroecuador para así instalar 30 pozos petroleros sin consulta preva.
Añadieron que este hecho lo denunciaron desde 7 meses antes pero no hubo acción por parte del Gobierno.
De igual manera, la CONFENIAE responsabilizó a la empresa Petroecuador por la pérdida del compañero. Se declararon en vigilia y alerta, mientras exigen a las autoridades competentes la investigación urgente y profunda de los hechos para dar así con los responsables.
Cinco horas antes de su asesinato, el cual se dio en presencia de su esposa, Mendúa comentó que se activan en la totalidad las guardias indígenas y que no estarán dispuestos a cede ni un centímetro del territorio.
“Basta de atropellos e incitación a la violencia en las comunidades amazónica. La Guardia indígena tiene el total respaldo de nuestro gloriosa CONAIE”, escribió vía Facebook.
Una persona fue aprehendida en la madrugada de este lunes por su relación con el asesinato de Eduardo Mendúa.
La aprehensión fue realizada durante una serie de cuatro allanamientos practicados en la localidad rural de Dureno, en la amazónica provincia de Sucumbíos; zona donde las comunidades nativas rechazan el ingreso de la actividad petrolera.
