Con una amplia sonrisa y ojos brillantes de alegría muchos se volvieron a encontrar. Los abrazos no se hicieron esperar, luego de más de 2 años sin poder compartir en actividades recreativas y de salud como Club de Pacientes Oncológicos con Diabetes. En el espacio se notaba un aire lleno de emoción que embargaba a todos los presentes.
PUBLICIDAD
La jornada organizada, el lunes 14 de noviembre por el servicio de Endocrinología de Solca Matriz Guayaquil en conmemoración al Día Mundial de la Diabetes, inició a las 08.00, con la toma de pruebas de glicemia a los pacientes que son parte de la agrupación y nuevos pacientes que fueron invitados a sumarse mediante las redes sociales institucionales. En la actividad los pacientes realizaron actividades artísticas y recibieron premios de colabores externos.
Entusiasmada contaba Betty Onofre, paciente de más de 15 años de Solca, sobre las actividades que han hecho durante años con sus amigas del club -como las llama-. La convocatoria fue en el espacio de comedor del hospital, allí se concentraron más de 50 pacientes entre hombres y mujeres para recibir una charla programada sobre manejo del estrés y cómo sobrellevar sus emociones frente a sus padecimientos de salud.
“Estoy feliz de verme con mis compañeras, que desde hace mucho tiempo no habíamos podido compartir. Sé que algunas ya nos están porque fallecieron en pandemia, pero aún quedan otras con quien no nos veíamos hace mucho tiempo”, manifestó Betty.
Noemí Bautista, jefe del servicio de Endocrinología de Solca Matriz Guayaquil, manifestó que se organizó la reunión con el fin de reanudar las actividades presenciales del club. “Estos 2 años de pandemia nos han mantenido alejados en las actividades diversas que siempre hemos organizado como club para nuestros pacientes, pero ha sido muy emotivo vernos nuevamente y poder reunirnos.”, dijo.
Además, expresó que ha sido muy complejo mantenerse este tiempo porque la mayoría de pacientes son adultos mayores y para seguir con el club, que ya tiene 15 años, optaron por la virtualidad. Para ello, se han valido del apoyo de los familiares de los pacientes que les han ayudado con la conectividad, a pesar de que muchos ya manejan sus teléfonos y se han adaptado a la tecnología. Las charlas con los pacientes se mantenían una vez por mes.
“El trabajo que realizamos con ellos es muy especial ya que por el hecho de tener un diagnóstico base que es el cáncer deben además cuidarse por la otra enfermedad que es la diabetes”, señala la especialista.