El Gobierno de El Salvador señaló este jueves que el mes de agosto cerró con 21 días sin homicidios, aunque la Policía Nacional Civil (PNC) ha reportado la muerte de pandilleros en supuestos enfrentamientos con elementos de seguridad.
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De acuerdo con un comunicado de la Presidencia salvadoreña, los meses de julio y agosto “son los más seguros en la historia del país al registrar cada uno 21 días sin homicidios”.
No obstante, la corporación policial no registra como homicidios las muertes de miembros de pandillas en reyertas con agentes de la PNC y militares.
El Gobierno atribuye la baja de homicidios a su plan Control Territorial y a la medida de régimen de excepción, implementado en El Salvador desde finales de marzo para “combatir” a las pandillas en una “guerra” contra estas estructuras, según la ha llamado el presidente Nayib Bukele.
La Presidencia indicó que “las fuerzas de seguridad del Gobierno emprendieron la misión de capturar a todos los pandilleros que mantenían inseguras las comunidades” y a la fecha se contabilizan 51.241 “terroristas” capturados en el contexto del estado de excepción.
Se desconoce la cifra total de homicidios registrados entre enero y agosto de este año, ya que las autoridades de seguridad no las proporcionan.
La Asamblea Legislativa, de amplia mayoría oficialista, aprobó a mediados de agosto la quinta prórroga del régimen de excepción, vigente desde finales de marzo tras una escalada de los homicidios.
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El régimen de excepción suspende los derechos de asociación, reunión, defensa, inviolabilidad de las telecomunicaciones y la intervención de las comunicaciones.
Las organizaciones sociales salvadoreñas e internacionales han recibido miles de denuncias de supuestas violaciones a los derechos humanos, además de señalar que bajo este régimen se han dado detenciones arbitrarias y tortura.
El Ejecutivo de Bukele lanzó en 2019 el Plan Control Territorial (PCT) para cortar las fuentes de financiamiento de las maras y retomar las zonas controladas por dichas bandas, en su mayoría barrios y colonias populosas.
No obstante, la población en general desconoce un documento oficial que detalle el camino para atender desde el Estado el fenómeno de las pandillas.
Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, tienen más de 70.000 miembros y han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones.