Dos cubanos viven desde hace varios años en la lejana y diferente Australia. El plan no era ese, sino llegar a las costas de Florida, en Estados Unidos, como han hecho miles de cubanos durante más de 60 años.
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Sin embargo, la suerte fue otra para ellos, que no se podían creer cómo fueron a parar en un país tan lejano, pero no se quejan. Resulta que Ridel y Richard huyeron por separado de Cuba en 2015. En altamar, los atraparon y tras varios intentos cayeron en manos de autoridades estadounidenses que los llevaron a la base naval de Guantánamo.
Una sorpresa
Por razones de índole político, el proceso migratorio de estos ciudadanos contó con un jugador inesperado: El gobierno de Australia.
Como si se tratara de una ruleta de la suerte, hay países con los que Estados Unidos mantiene estrechos lazos de cooperación en materia migratoria y fue así como se autorizó que Ridel y Richard fueran admitidos en ese país.
Todo fue una odisea que ahora cuentan estos dos hombres que se conocieron en Guantánamo cuando ni siquiera sospechaban lo que iba a suceder con ellos.
Ahora viven y trabajan en Brisbane, una importante ciudad al este de Australia, el gobierno les proporcionó estudios de inglés y manutención hasta que pudieran establecerse con sus trabajos. Ambos cubanos pertenecen a la oposición política y por eso no pueden regresar de visita a la isla, ya que temen ser detenidos o interrogados.
Viven felices
Ridel cuenta que aunque vive muy lejos del Caribe, su traslado a Australia fue la mejor opción: “Veo que aquí hay más calidad de vida que en otros países del mundo. La salud es gratis y el gobierno te ayuda si te quedas sin empleo para sobrevivir con la renta, electricidad y demás”, dice Ridel, quien calcula unos 50 cubanos en ese país.
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“Si tuviera que volver a elegir, sería Australia 100%. Yo ahora miro por mis hijos, y viendo lo que a veces pasa en Estados Unidos, me da mucha tranquilidad saber que en la escuela ningún niño entrará con un arma”, añadió Richard, en in informe publicado por BBC.
Ambos migrantes lamentan que la Cuba que dejaron sigue en pésimas condiciones, sin cambios, con una economía frágil donde escasean alimentos y medicamentos. Pese a que los Castros no gobiernan, la administración de Díaz Canel es más de lo mismo. El flujo migratorio permanece y decenas de miles de cubanos siguen intentando llegar a Estados Unidos esperando ser admitidos.
“Solo en marzo de 2022, más de 30.000 cubanos llegaron a la frontera sur con México, cifras récord según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Cuando echan la vista atrás, aunque fue el primer destino que intentaron, Ridel y Richard agradecen haber acabado en Australia y no en Estados Unidos”, citó el medio.
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