El Ecuador está cayendo en el terror. Ciudadanos temen salir a las calles ante las medidas adoptadas por manifestantes los cuales han sido tildados de infiltrados por dirigentes indígenas.
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No solo en Quito se ha evidenciado el constante cese de actividades en locales comerciales y daños a automóviles, ahora en Pujilí sus habitantes han sido víctimas de robo de sus compras y amedrentamientos por turbas.
En imágenes compartidas por ciudadanos este miércoles 29 de junio, decimoséptimo día de movilizaciones, se aprecia cómo varias personas terminan retirando las compras de transeúntes y se reparten entre los presentes.
Mientras que supuestos líderes indígenas han anunciado que permitirán que los comercios se mantengan abiertos hasta medio día o tomarán otras acciones. “Vamos a estar en resistencia” son las palabras de un manifestante que amedrenta con cortar los servicios básicos.
Además, esta localidad de la Sierra centro está en desabastecimiento por la incapacidad de llegar productos. Aunque las prefecturas de Cotopaxi y Tungurahua precisaron que habría un corredor humanitario, este no ha podido pasar los bloqueos.
“Los ciudadanos intentan acceder a cilindros de gas, botellones de agua, víveres no perecibles y más. Pero los locales comerciales ya no cuentan con productos, mientras que otros han decidido no salir por las agresiones que han recibido, durante este tiempo de paro nacional”, recogen medios locales.
Finalmente, los pocos que pueden acceder a los supermercados para abastecerse terminan por encerrarse para evitar las arremetidas de los manifestantes.
Caos en la capital
En esta segunda semana de paralizaciones se ha observado como los desmanes ya no solo se dan en las inmediaciones del Centro Histórico, Universidad Central y Casa de la Cultura. Sectores del norte de la capital han presenciado hechos violentos aislados que salen del margen una marcha pacífica.