Aunque la decimotercera jornada de paro nacional ha sido declarada de descanso por el presidente de la CONAIE, Leonidas Iza, la tensión en el país se mantiene ya que existe un temor histórico que ha comenzado a ganar relevancia con las recientes movilizaciones: golpe de Estado.
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Aunque el líder de los indígenas no acepta que detrás de las protestas existe un intento de sacar al conservador de Carondelet, este último en su última intervención (Cadena Nacional) tachó que esta es la primera meta de sus contrarios.
El intento de un golpe de Estado no es nada raro, no por las actuales políticas del representante de CREO, sino por la historia ecuatoriana. Desde que el país se declaró como República (192 años atrás) han existido un total de 35 de estas acciones.
Según reseña la periodista Yalilé Loaiza, para el portal Infobae, desde la autonomía política el país ha experimentado un promedio de un golpe de Estado cada seis años. No obstante, no todos los intentos fueron exitosos, solo la mitad (17) lograron su cometido; los últimos tres lograron tumbar al Gobierno (Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez).
Los golpes de Estado arrancaron desde el primer presidente, Juan José Flores. El venezolano resistió a tres de estos intentos. Aunque, el conservador García Moreno se convirtió en un experto en desarmar estas acciones en su contra provocando en sus opositores tomar una única salida: asesinarlo.
El abogado, escritor, político y militar aguantó seis golpes de Estado: cuatro de 1859 a 1865; dos más en marzo y diciembre de 1869. Aunque ya hubo un intento de matarlo - 30 de agosto de 1864- el cometido llegó a perpetrarse el 06 de agosto de 1875.
El periodo de “tranquilidad” se dio desde que Isidro Ayora dejó el poder en 1931 hasta el año de 1972. “Fueron más de cuatro décadas de la instalación del Estado de derecho, apuntalados por un gobierno moderado y reformista”, reseña la nota publicada por el medio argentino.
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Aunque, esto no significa que durante esa temporada no existieron destituciones. José María Velasco Ibarra en tres ocasiones fue destituido por mayorías congresales. Hasta que el 15 de febrero de 1972 los militares perpetraron un golpe de estado.
Desde el retorno democrático de 1978 todos los golpes de Estado fueron exitosos y arrancaron en 1997 cuando muchedumbres en todo el país marcharon para “sacar” a Abdalá Bucaram. Cuatro años después la rebelión protagonizada por militares de rango medio y Confederaciones Indígenas acabaron con el mandato de Jamil Mahuad.
El último golpe de estado sucedió en 2005 cuando el protagonista de la misma acción, y en este entonces presidente Lucio Gutierrez, se enfrento a la rebelión de los Forajidos.
El levantamiento fue una movilización compuesta mayoritariamente por quiteños de clase media que forzó el apoyo de las Fuerzas Armadas, la destitución de Gutiérrez y la sucesión constitucional.
La mayoría de los golpes de Estados se dan por períodos de inestabilidad política donde domina la polarización de los sectores que buscan acceder por la fuerza al poder. Mientras que las fases de “estabilidad” se debe al pluralismos, la tolerancia, la moderación, el respeto de las instituciones y a la democracia liberal.