Desde que se iniciaron las protestas sociales en contra del Gobierno, el 13 de junio, la Policía Nacional desplegó todo su contingente humano, 51.143 servidores policiales, y medios logísticos que fueron distribuidos en diferentes puntos estratégicos del país. El objetivo: mantener el control y el orden público, así como la protección del libre ejercicio de los derechos de las personas.
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De acuerdo con un reporte de la institución, se han registrado distintos cierres de vías, que causaron un total de: 3.498 eventos de alteración del orden público, de los cuales: 169 servidores policiales resultaron heridos, 28 policías secuestrados por los manifestantes y que ya han sido liberados.
Igualmente, de las manifestaciones violentas, seis infraestructuras policiales: cinco Unidades de Policía Comunitaria (UPC) y un distrito de Policía fueron destruidos por completo.
En cuanto a vehículos policiales: 65 patrulleros y motocicletas sufrieron daños materiales, entre ellos: 18 automotores totalmente destruidos. Además, producto de las intervenciones policiales: 121 personas fueron puestas a ordenes de la autoridad competente.
En el contexto de las manifestaciones, son doce los días en los que protestantes han ocasionado actos de vandalismo y destrucción de bienes públicos y privados, tales como: patrulleros, motos, unidades de policía; también, servidores policiales heridos y veintiocho uniformados que fueron víctimas de secuestro, quienes temían por su vida, sin embargo, su vocación de servicio siguió firme a pesar de las circunstancias.
El primer incidente, fue el lunes 13 de junio, en la ciudad de Latacunga, provincia de Cotopaxi, servidores policiales y algunos medios logísticos fueron retenidos, donde, uniformados resultaron heridos por parte de los manifestantes.
Por otro lado, en la localidad de Tabacundo, provincia de Pichincha, se registró agresiones a los uniformados. Comuneros y manifestantes afectaron un vehículo patrullero arrojando piedras. En todo momento, la labor de los uniformados siguió enfocada en su misión constitucional.
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Igualmente, al sur del país, en la provincia de Loja, se reportó el secuestro de servidores policiales pertenecientes a las Policía Judicial y a la Unidad de Protección de Medio Ambiente, quienes, fueron abordados por manifestantes mientras cumplían con su trabajo.
En la Amazonía, sector de la Shell, provincia de Pastaza, un servidor policial fue retenido por manifestantes. En ese punto, tras un acuerdo se logró su liberación, ahora se encuentra sano y salvo.
En el tercer día de protestas, en el cantón Saquisilí, provincia de Cotopaxi, un grupo de manifestantes ingresaron hasta un domicilio particular, donde habitaban varios policías, a quienes los protestantes intentaron retenerlos.
Asimismo, el domingo 19 de junio en la provincia de Imbabura, militares y policías fueron escoltados por una gran cantidad de manifestantes; 07 servidores policiales fueron retenidos por los protestantes, tras un acuerdo se creó un canal de comunicación con los mismos, lo cual permitió precautelar la integridad de los servidores policiales.
De igual manera, en el sector de Guayllabamba, el domingo 19, un servidor policial y el lunes 20 de junio, tres policías, fueron retenidos por manifestantes.
Finalmente, la noche del martes 21 de junio de 2022, en la provincia de Pastaza, ciudad de Puyo, tras el fallecimiento de una persona; grupos de comunidades de la región amazónica, iniciaron actos violentos en contra de los servidores policiales y de la ciudadanía, que dejaron seis policías gravemente heridos y cuantiosas pérdidas económicas por la destrucción de bienes públicos y privados.
De estos actos violentos, un distrito de Policía, tres Unidades de Policía Comunitaria (UPC) y dieciocho vehículos y motocicletas policiales fueron totalmente destruidas por parte de personas violentas; además, luego de un confrontamiento con la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, procedieron al secuestro de tres servidores policiales; dos de ellos fueron liberados en horas de la tarde del mismo día, mientras que el tercero, fue secuestrado cuando se trasladaba en una ambulancia, por presentar heridas de arma de fuego con perdigones. Posterior fueron liberados y puestos a buen recaudo.