El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, reaccionó a los incidentes en las inmediaciones de la Asamblea Nacional suscitadas este jueves 23 de junio. La autoridad tachó que la CONAIE no desea el diálogo como tal y su principal objetivo es desestabilizar.
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“No quieren dialogar, no quieren que el país se reactive, no quieren paz, lo que han demostrado es que quieren violencia, buscan aterrorizar al país y debemos actuar con la fuerza que nos da la constitución para proteger a la ciudadanía”, señaló este viernes.
Para Jiménez, estas protestas sociales buscan que se den elecciones anticipadas. “Aquí coincidencia no hay y le están haciendo daño a la ciudadanía”.
“Se les dio apertura para que ocupen el parque el El Arbolito, la Casa de la Cultura y han demostrado que no quieren dialogar, no quieren el consenso”, asegura.
“Hemos sido insistentes con la voluntad de dialogar, aun así quieren imponer la irracionalidad. Tenemos la obligación de representar a 17M de ecuatorianos y vamos a cumplir”, agregó.
El ministro informó que este jueves se secuestraron a 13 militares, además de generarse desmanes y vandalismo. A pesar de estos incidentes, el representante del Gobierno confesó que van a resolver estos problemas.
“No desmayen estamos con ustedes, estamos aquí porque los representamos. Sabemos que hay problemas y los vamos a resolver. No vamos a dejar que la violencia, la desestabilización, los malos políticos tengan la palabra”, finalizó.
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La violencia escaló
La noche del jueves, un hombre de 39 años falleció durante los enfrentamientos acontecidos en el parque El Arbolito, del centro de Quito, tras recibir aparentemente impactos de balas de goma y un racimo de perdigones.
No obstante, Carrillo insistió en que la Policía no usa perdigones para contener las manifestaciones y, por el contrario, acusó a los manifestantes de disparar ese tipo de munición contra los policías, pues afirmó que varios agentes tienen lesiones similares.
Las protestas comenzaron el 13 de junio para reclamar que se reduzcan y congelen los precios de los combustibles, que se controlen los precios de los productos básicos, que se condonen deudas a familias campesinas, que no se privaticen empresas públicas y que no prolifere la actividad minera y petrolera en la Amazonía, entre otras exigencias.
