Quito se ha convertido el punto crítico de las manifestaciones sociales contra las políticas ejecutadas por el Gobierno de Guillermo Lasso. En la capital se ha observado cómo ciudadanos cierran vías provocando que locales comerciales suspendan su atención y desembocando en pérdidas económicas.
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Sin embargo, lo que se venía reclamando en redes sociales – “dejen trabajar”- se plasmó en carne propia. Comerciantes de Carcelén no toleraron más que los cierres viales afecten sus negocios.
Armados con palos se enfrentaron a sus similares tachándoles que necesitan laborar para mantenerse. “Queremos trabajar”, “lárgate”, “fuera”, fueron las consignas que lanzaron habitantes del sector a los manifestantes.
El reclamo terminó en enfrentamientos entre los presentes. Mientras desalojaban a los protestantes, otros sujetos aprovecharon para limpiar la calzada que estaba con escombros.
Este tipo de enfrentamientos no son nada extraños en estos doce días de paro. En otras localidades del país también se han dado plantones para denunciar que estas actividades que terminan por dañar la reactivación económica.
Pérdida
El Comité Empresarial Ecuatoriano ha revelado que el sector productivo del país ha perdido USD 108 millones (actualización 8 días de paro); el florícola pierde USD 2,7 millones diarios; el sector turístico pierde entre USD 2 millones y USD 5 millones diarios y caen el 79% de las reservas.
La situación sería muy grave para los productores de alimentos, pues esta es la cadena que más ha padecido por el cierre de carreteras. La Cámara de Industrias y Producción dice que los productores de proteína animal pierden USD 2 millones diarios por el paro.
Y los productores de leche, dejan de percibir al día USD 1 millón por la leche no comprada. Todos los centros de acopio están en su máxima capacidad, debido a que no han podido despachar el producto.