El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, insiste en que están abiertos a los procesos de diálogo pero que no han tenido respuestas por parte del Gobierno.
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“Siempre hemos tenido apertura al diálogo, pero no para burlas (...) Este pueblo luchador jamás se ha cerrado a los procesos de diálogo. Dialogamos durante un año, perdonando a los que nos insultan, hemos ido nuevamente a la mesa de diálogo en noviembre. Han pasado más de siete meses y no tenemos respuestas”, declaró Iza desde la marcha que encabeza en Quito.
Señaló que la situación actual no solo afecta a la Conaie. “El problema es de una sociedad, que ya no tenemos condiciones para seguir sobreviviendo”.
Señaló que en el proceso de buscar soluciones, la organización indígena está para “veeduría, para ser testigos de un proceso que de resultados y exista cumplimiento de las demandas del pueblo ecuatoriano. No estamos para ser intermediarios”.
Las protestas continúan este miércoles mientras el Gobierno está a la espera de la aceptación por parte de Iza a la invitación al diálogo formulado por más de 300 organizaciones de la sociedad civil, con el apoyo técnico de la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas.
El Gobierno ha declarado en estado de excepción a las provincias andinas de Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo, así como a la amazónica de Pastaza, en su afán de contener la movilización indígena que se ha instalado con fuerza en Quito.
Los indígenas exigen que se derogue el estado de excepción y que cese la represión para propiciar un espacio de diálogo.
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Entre las demandas de los manifestantes figuran la reducción y congelación de los precios de los combustibles, el control de precios de los productos de primera necesidad, impedir las privatizaciones y evitar la flexibilización laboral, entre otros.
Tensión en Puyo
El ministro del Interior de Ecuador, Patricio Carrillo, denunció este miércoles que tres policías fueron retenidos por manifestantes en la ciudad amazónica de Puyo, mientras desconocen el paradero de otros 18 en el marco de incidentes en los que falleció el martes un manifestante y se quemó una unidad policial.
Según Carrillo, en Puyo “gente en estado etílico generaba turbas impresionantes que no dejaban que las personas puedan atenderse en términos de salud, el paso de ambulancias, de víveres. El desabastecimiento ya en la ciudad llegaba a niveles intolerables”.