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Mario Grijalva: La enfermedad de Chagas es silenciosa y desatendida en Ecuador

El científico ecuatoriano, desde hace más de 30 años, está dedicado a investigar sobre la enfermedad de Chagas en Ecuador.

Mario Grijalva, investigador ecuatoriano (Cortesía)

El investigador ecuatoriano Mario Grijalva, desde hace más de 30 años, está dedicado a investigar sobre la enfermedad de Chagas en el país. Junto a su grupo de investigación ha recabado información completa sobre el tema, con la cual se ha diseñado un plan piloto que podría eliminar la enfermedad que está alojada en las comunidades más vulnerables.

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La enfermedad de Chagas, también llamada tripanosomiasis americana, es potencialmente mortal y causada por el parásito protozoo Trypanosoma cruzi (T. cruzi). Se calcula que en el mundo hay entre seis y siete millones de personas infectadas.

¿Cómo inició esta investigación y cuál es su importancia?

La enfermedad de Chagas es causada por el parásito Trypanosoma cruzi, el cual se puede transmitir al humano por tres vías: de la madre al hijo durante el embarazo, por transfusiones sanguíneas y de órganos, y la principal en nuestro país, a partir de las heces infectadas de chinchorros tras la picadura.

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Esta enfermedad se presenta en el organismo de forma asintomáticas, o puede causar fiebre, malestar general, desorientación o falta de apetito, síntomas que duran aproximadamente un mes. Sin embargo, las complicaciones se presentan a largo plazo.

Después de un mes, los parásitos prácticamente desaparecen del cuerpo, pero quedan restos en el corazón, en el sistema nervioso y otros órganos, haciendo un daño microscópico que se demora entre 5 y 20 años en manifestarse. Las afectaciones se desarrollan en el 30 a 40% de las personas infectadas, presentando agrandamiento del corazón, insuficiencia cardiaca, fallas en la conducción eléctrica en el corazón y puede llevar a la muerte o la incapacidad.

Es una enfermedad silenciosa y desatendida que afecta a las personas más vulnerables de la sociedad. Si uno no sabe que está infectado, ¿cómo puede lograr un diagnóstico y tratamiento? Es por eso que desde hace más de tres décadas, con mi grupo de investigación, hemos levantado mucha información y en el 2009 ya teníamos suficiente data biológica y epidemiológica para comenzar a plantear soluciones.

Es así que hicimos reuniones en provincias, en medios de comunicación, incluso, una exposición fotográfica “El rostro de Chagas” con imágenes conmovedoras. Sin embargo, esas acciones no fueron suficientes y empezamos a preguntarnos por qué la situación en las comunidades no cambiaba. Nos planteamos el reto de entender por qué no se hacen los cambios y qué hacer al respecto.

Es ahí cuando entendimos que la enfermedad de Chagas se desarrolla en un contexto social donde las personas viven en situaciones que favorecen la presencia de chinchorros: una casa precaria, de fácil entrada y salida de insectos, donde conviven en un mismo espacio las personas, sus mascotas y demás animales, y no tienen alguna forma de cambiar su situación porque las prioridades son el qué comer mañana. Trabajamos en cientos de comunidades en el Oriente y la Sierra sur.

¿Qué solución se plantearon?

Lo que queda es la prevención y es por eso que nace la iniciativa Vivir Saludable. En 2010 escogimos un sector de la provincia de Loja para entender el concepto. Preguntamos a las personas sobre sus necesidades, preocupaciones, fortalezas y aspiraciones, dando origen al proyecto “Hogares saludables para vivir saludable”.

Con las comunidades se diseñó un tipo de vivienda anti Chagas, que soluciona las necesidades de la familia pero limita el acceso de chinchorros a la casa, evitando la transmisión de la enfermedad.

Las casas son impermeables a los insectos y esta barrera permanente también aleja a los animales domésticos de las actividades de la casa, procurando un ambiente más limpio. Incluye un jardín productivo, de 200 metros cuadrados, donde a través de la irrigación por goteo pueden cultivar lo esencial para su familia y vender el excendente en mercados locales.

Esto mejora el ambiente donde habitan las familias y les permite mejorar también sus ingresos.

Tipo de vivienda anti Chagas (Cortesía)

¿Cuáles son los resultados?

Hemos realizado ocho hogares saludables y los resultados son magníficos. Es un proceso de facilitación social donde la misma familia pone su esfuerzo para salir adelante como personas renovadas y empoderadas, como líderes y núcleos de fortaleza de su comunidad.

Además, implementamos 40 jardines productivos con resultados exitosos: familias que han mejorado su salud y nutrición a través de lo que producen gracias al asesoramiento técnico.

¿Cómo pasar de un plan piloto a una solución macro?

Desde noviembre pasado me aproximé al Gobierno Nacional a través de la Vicepresidencia para impulsar el proyecto. Ha sido muy bien aceptado y empezamos a trabajar con el Ministerio de Vivienda, de Agricultura, de Salud, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y la Universidad de Ohio para la firma de un convenio.

El objetivo a largo plazo es la eliminación de la transmisión de Chagas en tres localidades del cantón Calvas en Loja. Son 50 mil familias que viven en altísimo riesgo y para lograrlo se necesita recursos y apoyo político. Necesitamos comenzar y ya hicimos el plan piloto que pretende la certificación. Con ello, vamos a contar con los elementos necesarios para la expansión de este programa.

Cabe destacar que desde el 2000 la Universidad de Ohio y la PUCE implementaron el Centro de investigación para la salud en América Latina, el más avanzado en investigación biomédica del país, con 42 investigadores, estudiantes, y una nueva carrera de Ciencias Biomédicas. Con ello, brindamos al país la capacidad de investigación científica de alto nivel que debe ser la base para la toma de decisiones como lo ha sido nuestra iniciativa.

Centro de investigación para la salud en América Latina (Cortesía)

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