Después de la destitución de Guadalupe LLori -con 81 votos a favor- como presidenta de la Asamblea Nacional, el legislador por Pachakutik; Salvador Quishpe, tuvo una acalorada intervención.
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Quishpe enumeraba varios hechos y decisiones de Gobiernos anteriores. “Están buscando controlar la justicia para la impunidad”. Añadió que están vigentes las medidas cautelares otorgadas a favor de Pachakutik, lo cual acarreará responsabilidades legales.
También defendía a Llori y aseguraba que “no la bajarán de la Presidencia de la Asamblea Nacional”. Señalaba que “no se puede permitir que con argucias intentan volver a controlar toda la justicia para la impunidad de los actos de corrupción”.
“No le bajarán de la presidencia al Movimiento Indígena por tener las manos sucias por actos de corrupción”, decía y fue interrumpido por lo que pidió: “¡silencio, carajo estoy hablando”, gritó el jefe de la bancada de Pachakutik.
De inmediato comenzó a recibir respuestas por parte de otros asambleístas y pidió al posesionado presidente de la Asamblea que “ponga orden”. Por tanto, Virgilio Saquicela (nombrado nuevo presidente) solicitó respeto en la intervención de Quishpe.
Igualmente defendió a Llori y acusó a un grupo político de tener manchadas las manos de sangre y corrupción.
Pamela Aguirre le respondió
La asambleísta Pamela Aguirre, de UNES, no tardó en responderle a Quishpe. “Ni usted ni Guadalupe Llori son los dueños del movimiento indígena”. Y le recalcó que ella no fue destituida “ni por mujer ni por indígena. Se ha presentado un informe que recomienda su destitución por incumplimiento de funciones”.
