Un pistolero de 18 años abrió fuego el martes en una escuela primaria de Texas y mató a al menos 19 niños tras ir aula por aula, dijeron funcionarios, en el tiroteo más letal de la última década en un centro educativo, otro momento horripilante para un país marcado por las masacres. La policía abatió al agresor.
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Otros dos adultos murieron en el ataque, añadieron las autoridades. El gobernador, Greg Abbott, dijo que uno de ellos era undocente.
La masacre en la Escuela Primaria Robb de Uvalde, una localidad con alta población latina, es el tiroteo con más muertos en una escuela estadounidense desde que un hombre armado mató a 20 niños y seis adultos en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut, en diciembre de 2012.
Horas después del ataque, las familias seguían esperando noticias sobre sus niños.
En el exterior del centro cívico de la localidad, donde las familias esperaban información sobre sus seres queridos, los gritos y lamentos rompían una y otra vez el silencio. “¡No! ¡Por favor, no!”, gritó un hombre mientras se abrazaba a otro.
“Hoy tengo roto el corazón”, dijo Hal Harrell, superintendente del distrito escolar. “Somos una comunidad pequeña, y vamos a necesitar de todas sus oraciones para superar esto”.
Adolfo Cruz, de 69 años y que trabaja reparando aires acondicionados, seguía en el exterior de la escuela al atardecer del martes, esperando noticias sobre su nieta de 10 años, Eliajha Cruz Torres. Manejó hasta el lugar tras recibir la llamada llorosa y aterrada de su hija poco después de los primeros reportes sobre el incidente. Otros de sus familiares esperaban en el hospital y en el centro cívico.
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Según Cruz, la espera estaba siendo el momento más duro de su vida.
Joe biden
Pero el presidente, Joe Biden, pareció listo para la pelea al hacer un llamado a favor de nuevas restricciones a las armas de fuego durante un mensaje a la nación horas después del ataque.
“Como país debemos preguntarnos: ¿cuándo en el nombre de Dios vamos a enfrentarnos al cabildeo de las armas? ¿Cuándo en el nombre de Dios vamos a hacer lo que se debe hacer?”, preguntó. “¿Por qué estamos dispuestos a vivir con esta carnicería?”
Muchos de los heridos fueron llevados al Hospital Uvalde Memorial, donde se pudo ver a familiares que salían llorando del complejo.
Las autoridades no han revelado aún el móvil del ataque, pero identificaron al tirador como Salvador Ramos, que vivía en una comunidad a unos 135 kilómetros (85 millas) al oeste de San Antonio. Según las fuerzas del orden, actuó solo.
Acababan clases
El ataque se produjo en la recta final del curso escolar, cuando cada día se dedica a un tema. El del martes era “Footloose y Fancy”, y se suponía los alumnos debían llevar ropa bonita con zapatos divertidos o elegantes.
La Escuela Primaria Robb tiene poco menos de 600 estudiantes de segundo, tercero y cuarto grado, la inmensa mayoría de ellos latinos.
Pistas en redes sociales
Ramos había publicado pistas en las redes sociales acerca de un posible ataque, afirmó el senador estatal Roland Gutierrez, quien dijo que había sido informado por la policía estatal. Según el legislador, el pistolero “insinuó que deberían cuidar a los niños” y compró dos “rifles de asalto” al cumplir los 18.
Antes de dirigirse a la escuela, Ramos disparó a su abuela, agregó Gutierrez. Otros funcionarios dijeron más tarde que la mujer sobrevivió y que estaba siendo tratada, aunque se desconocía su estado.
Los investigadores creen que Ramos publicó fotos en Instagram de las dos armas que empleó en el tiroteo, y estaban revisando si realizó alguna declaración en internet aludiendo al ataque en las horas previas, dijo un funcionario de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades estaban ejecutando varias órdenes de registro el martes en la noche y recopilando celulares y otros registros, agregó. Los investigadores trataban además de contactar con su familia y rastreaban las armas. El oficial habló con The Associated Press bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir los detalles de una investigación en curso.