Cuatro armas de fuego tipo fusil, tres pistolas, un revólver, cuatro granadas, 1.800 cartuchos calibre 2.23 y tres alimentadoras. Fue lo que hallaron en los pabellones de máxima seguridad de la cárcel de Santo Domingo, luego del enfrentamiento entre dos organizaciones criminales ”Los Lobos” y una fracción de esta, “R7″. Ello provocó la muerte de 44 personas privadas de la libertad (hasta el cierre de esta nota).
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En el contexto del enfrentamiento, decenas de presos se escaparon, pero hasta las 14h30, la Policía recapturó a 112. Según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), se recuperó el control total de la cárcel y se evacuó a 80 PPL de la línea de fuego.
“Se evidencia destrucción de partes de la infraestructura del centro de privación de libertad y según los primeros indicios se habrían suscitado detonaciones a consecuencia del uso de artefactos explosivos”, reza un comunicado.
Los hechos violentos en la cárcel de Santo Domingo ocurrieron como consecuencia de la llegada de un interno, conocido como alias ‘Anchundia’ (Freddy Anchundia). El sujeto estuvo en la cárcel de Turi y fue una persona que habría liderado el enfrentamiento que se produjo en días anteriores. Además, fue trasladado en avión desde el Azuay hasta Guayaquil a la cárcel de La Roca.
El Ministro del Interior, Patricio Carrillo, expresó su gran preocupación por las decisiones de ciertos jueces que terminan afectando la seguridad y estabilidad de los centros carcelarios: “Las medidas adoptados por ciertos jueces terminan siendo dramáticas y generan estos incidentes. Es predecible que quienes buscan movilizarse de un centro de privación y encuentran apoyo jurídico son los que están detrás, lastimosamente, de estas masacres. Son los mismos actores que hace un mes en la cárcel de Turi, en Cuenca, participaron”.
Según el Ministro, lo que se vivió esta madrugada en el centro carcelario de Santo Domingo demanda la revisión de los mecanismos de acumulación de penas; negar beneficios penitenciarios a todos quienes participen en estos actos criminales y a quienes estén involucrados en temas disciplinarios. “Creemos que es necesario someter a los cabecillas a regímenes más exigentes”, dijo.
De su lado, el Comandante General de la Policía Nacional, general Fausto Salinas, indicó que se ha dispuesto la conformación de tres cercos de seguridad en el perímetro de la ciudad, perímetro inmediato al centro penitenciario y dispositivos tácticos al interior para mantener el control. Al personal disponible en el centro -200 policías y 200 miembros de Fuerzas Armadas- se sumarán 150 policías.
