Tras el estado de excepción declarado en Guayas, Manabí y Esmeraldas, la fuerza pública se encuentra en la búsqueda de sicarios y la identificación de las bandas criminales que operan en estas zonas. Ante eso alertó que la banda “Los Lobos” ha tomado el control de la cárcel de Latacunga y Turi.

En una entrevista para Teleamazonas, el inspector general de la Policía Nacional, Ramiro Ortega, dijo que el objetivo es bajar los índices de delincuencia a través de una acción de masa, concentración dinámica, con acciones de inteligencia y de investigación localizando los puntos estratégicos donde lideran las bandas criminales.

Al respecto, informó que ha emergido “de manera fortalecida” desde el interior de las cárceles, una nueva agrupación ahora identificada como ‘Los Lobos’. “(Los Lobos) son aquellos que en confrontación directa con Los Choneros, vienen generando estas acciones tendientes a fortalecerse en territorio para tomar el control y poder de las organizaciones”, agregó el inspector de la Policía.

Ante eso advirtió que esta banda criminal ha logrado alcanzar poder en las cárceles de Latacunga y Turi y que su principal rival son Los Choneros. “Ellos están confrontados desde estos centros carcelarios, con Los Choneros que tienen su hegemonía en el complejo penitenciario de Guayaquil y en otras cárceles del país”, agregó.

Las bandas criminales se han reorganizado y reconfigurado

Ortega explicó que el antecedente fue el asesinato de Jorge Luis Zambrano, líder de Los Choneros y luego la masacre en las cárceles en febrero de 2021. Esto, ha generado una “reconfiguración y reorganización del crimen organizado”. Ante eso, los Lobos han tomado más poder en los últimos años.

Según Ortega, los Lobos y Choneros son facilitadores de servicios para generar la actividad del narcotráfico, al mencionar que Colombia oferta las drogas, México las demanda para el expendio en otros países, y en Ecuador estas organizaciones lo que brindan es acopio, transporte, seguridad y el envío de las drogas a los mercados de consumo.

Más de nueve mil militares y policías han tomado el control de las tres provincias de Ecuador más golpeadas por el narcotráfico y la criminalidad, que dejan más de 1.200 muertos en lo que va del año y que llevaron al gobierno a decretar el estado de excepción por 60 días.