Darwin Kléber J. L., acusado de violar a una estudiante en un transporte escolar del colegio Dillon, situado en el norte de Quito, fue capturado esta mañana en Lago Agrio. Luego que habría cometido el delito cambió su fisonomía para no ser localizado. Así lo detalló Carlos Cabrera, Comandante General de la Policía Nacional.
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Tras el repudiable hecho, suscitado el 21 de abril en horas de la mañana, el sujeto huyó de la avenida 9 de Octubre y Colón con la furgoneta escolar y desde entonces no se sabía nada de él.
Las autoridades activaron las labores investigativas para dar con su paradero y lograron su captura. Fue a las 07:45 de este 3 de mayo en una zona selvática de Lago Agrio. El hombre estaba sin sus documentos de identidad; hasta cambió el color de su cabello y fisonomía para no ser identificado. Sin embargo, no se detalló cómo lo hizo.
Posteriormente fue trasladado al departamento de criminalística donde le tomaron sus huellas digitales y determinaron su identidad. Igualmente fue sometido a un examen técnico pericial para confirmar la misma, de acuerdo con Cabrera.
Por otro lado, el Comandante de la Policía fue consultado si el sujeto tiene antecedentes penales y respondió que tras recabar información, no posee.
Sobre si quiso escapar a Colombia, a través de la frontera, las autoridades dijeron que “muy probablemente pretendía” hacerlo.
“Luego de la denuncia de violación a una estudiante del Colegio Dillon en días pasados, la Policía de Ecuador detuvo al acusado de este delito infame que indignó al país”, indicó el Ministro del Interior, Patricio Carrillo en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.
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El ministro afirmó que el compromiso del Gobierno “con la lucha contra la violencia hacia las mujeres es inclaudicable”.
La menor de 15 años fue violada por el conductor del transporte escolar que la llevaba a su colegio de Quito, que se dio a la fuga tras dejarla junto a otros estudiantes en el centro.
La Fiscalía ecuatoriana informó del inicio de una investigación sobre este suceso, que habría ocurrido según los primeros indicios, cuando el conductor recogió en primer lugar a la menor y antes de ser trasladada al colegio.
Los padres de la menor acusaron a la escuela de no haber brindado asistencia a su hija durante las cuatro horas que permaneció en las instalaciones educativas hasta que llegaron a recogerla, ni de ayudarles en las investigaciones, pues no les brindaron los datos del conductor.