Las evacuaciones de civiles avanzaron el sábado en zonas del este de Ucrania asoladas por la guerra, un día después de que un ataque con misiles matara al menos a 52 personas e hiriera a más de 100 en una estación de tren en la que miles de personas intentaban salir antes de una prevista embestida rusa.
PUBLICIDAD
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, exigió una dura respuesta mundial al ataque del viernes a la estación de tren de Kramatorsk, calificándolo como el último ejemplo de crímenes de guerra por parte de las fuerzas rusas que debería impulsar a Occidente a hacer más para ayudar a su país a defenderse.
“Todos los esfuerzos mundiales deben dirigirse a establecer cada minuto de quién hizo qué, quién dio qué órdenes, de dónde provino el misil, quién lo transportó, quién dio la orden y cómo se acordó este ataque”, expresó Zelenskyy durante su discurso nocturno el viernes, con voz llena de rabia.
Rusia negó ser la responsable del ataque y acusó al ejército ucraniano de disparar el misil en una operación de “falsa bandera”, básicamente un montaje para culpar a Moscú del asesinato de civiles. Un vocero del Ministerio de Defensa ruso explicó la trayectoria del misil y la posición de las tropas ucranianas para reforzar este argumento.
Los expertos occidentales y las autoridades ucranianas insistieron en que Rusia lanzó el misil. Los restos del cohete tenían pintadas las palabras “Para los niños” en ruso. El significado exacto de la frase seguía sin estar claro.
En vista de que no había trenes saliendo de Kramatorsk el sábado, los residentes aterrorizados subían a autobuses o buscaban otras formas de salir, temiendo el tipo de asaltos y ocupaciones implacables de los invasores rusos en otras ciudades de Ucrania, que provocaron escasez de alimentos, demolieron edificios y provocaron la muerte.
“Fue aterrador. Un horror, un horror”, exclamó un residente a la emisora británica Sky, recordando el ataque a la estación ferroviaria. “Que el cielo no permita vivir esto de nuevo. No, no quiero”.
La empresa ferroviaria estatal ucraniana dijo en un comunicado el sábado que los residentes de Kramatorsk y otras partes de la disputada región del Donbás —donde Rusia ha concentrado sus esfuerzos al no poder tomar la capital del país, Kiev— podrían abandonar la zona desde otras estaciones. La viceprimera ministra Iryna Vereshchuk dijo que se planearon 10 corredores de evacuación para el sábado.