Alexandra Vela deja el cargo como ministra de Gobierno. El primer mandatario, Guillermo Lasso, había anunciado que se realizarían cambios en su equipo de trabajo.
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La mañana del 29 de marzo, Vela realizó la entrega formal a la Corte Constitucional de la acción de inconstitucionalidad contra las recientes amnistías aprobadas por la Asamblea Nacional a 268 procesados en protestas sociales. “En un Estado de derecho no puede existir impunidad. Esta amnistía deja intactos los delitos cometidos en contra de Quito y el país en 2019″, escribió en sus redes sociales.
La Asamblea donde la oposición tiene mayoría, decidió dar amnistía a 268 personas entre indígenas, activistas y defensores del medio ambiente, procesados por presuntamente haber cometidos delitos mientras participaban en distintas protestas sociales.
Vela en redes sociales extendió un comunicado donde explica su renuncia. La exfuncionaria añadió que al no estar en la misma línea del presidente dejó su puesto; ella apostaba por la muerte cruzada.
“Al no coincidir con la línea política establecida por el presidente Guillermo Lasso para enfrentar la crisis agudizada por la Asamblea Nacional presenté mi renuncia. Preservar la democracia para transformar al país, requiere aplicar el mecanismo de la muerte cruzada”, escribió.
¿Quién es el reemplazo de Alexandra Vela?
Francisco Jiménez, será el nuevo ministro de Gobierno. El asambleísta de CREO es parte de la Comisión de Desarrollo Económico.
Sobre Alexandra Vela
El pasado miércoles 14 de julio, el presidente de la República, Guillermo Lasso, posesionó a Alexandra Vela como la nueva ministra de Gobierno. El nombramiento de la funcionaria se dio tras la aceptación de la renuncia de César Monge que enfrentaba una batalla por su vida con cáncer.
En su discurso, Vela señaló que los puntos vitales para el Ecuador son: defender la democracia, consolidar la institucionalidad republicana y lograr un país próspero sin inequidades sociales con el apoyo de cada uno de los ciudadanos. En este sentido enfatizó en que el objetivo de toda sociedad democrática es proteger los derechos y garantizar las libertades, lo que permitirá enfrentar otros retos como la grave crisis económica.