La paz en las cárceles del país sigue lejana ya que en lo que va de este año 15 reos han acabado con sus vidas, además del año pasado donde se registró una masacare que han dejado más de 300 privados de la libertad asesinados. Así lo ha manifestado el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI).
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Lo preocupante es que si las masacres han disminuido, los suicidios han aumentado, lo que se urge una atención psicológica con los reos. El año pasado solo se registraron cuatro suicidios.
Un caso que retrata la situación sucedió en la Penitenciaría del Litoral, entre septiembre y noviembre de 2021, donde se reportaron presuntos suicidios simultáneos y 11 reos fueron hallados colgados.
La atención psicológica a nivel nacional, no solo en las cárceles es uno de los puntos más débiles en el país, por lo que en la cárceles es casi nula. Un factor que también influye en la salud mental de los privados de la libertad es el hacinamiento. Se conoció que después de las masacres ocurridas en los principales centros de rehabilitación, más de 300 personas no salieron de sus celdas por tres o cuatro meses, esto por miedo a ser asesinados o que exista un nuevo amotinamiento.
Las cárceles ahora tienen un hacinamiento del 194%.
El pasado 17 de marzo de 2022, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), reveló que el nivel de sobrepoblación penitenciaria equivale al 21.31% en el país. Por lo que el presidente Lasso ordenó el indulto a personas con ciertas sentencias. Pero otro factor es que varios reos ni siquiera tienen sentencia y siguen a la espera de su juicio. Según datos de la OMS los detenidos en espera de juicio tienen una tasa de intentos suicidas de aproximadamente 7,5 veces más alta con respecto a la población general fuera de prisión.
Recordemos que el la última masacre en la Penitenciaría del Litoral, más del 75% de los reclusos asesinados se encontraban en el pabellón transitorio, es decir, los que no tenían sentencia.