Lo lindo de trasladarse por carretera es disfrutar de la naturaleza y los bellos paisajes que ofrece el país, pero también es fascinante apreciar en su hábitat natural a la fauna. Por ejemplo, es muy común encontrarnos con un oso de anteojos en el camino; que puede estar camuflado entre las plantas o buscando peces en un río.
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Fue justamente el caso de dos técnicos del Sistema de Riego Cayambe - Pedro Moncayo que cuando se desplazaban por la vía de ingreso a la represa San Marcos, ubicado en la parroquia Olmedo, un oso de anteojos los sorprendió y hasta se acercó hasta e vehículo donde estaban.
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El mamífero olfateaba y buscaba alimento en el automotor. Los ocupantes de mismo lo grabaron y por un momento les dio miedo pero después se agradaron con la sorpresa del animalito.
Otro oso de anteojos visto
En septiembre del año pasado fue captado un oso de anteojos en el río Quijos, ubicado en el cantón que lleva su mismo nombre en la provincia de Napo.
El animal fue visto cuando salía de darse un ‘chapuzón’ en el río, se sacude y emprende su camino. Esta es una especie de mamífero que se caracteriza por ser buen nadador y trepador.
En peligro de extinción
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También es llamado también oso andino (nombre latín y científico: tremarctos ornatus), oso suramericano, oso frontino, ucumari y jukumari y es una especie única en su género. Este habita en los bosque nubosos de la cordillera de los Andes.
Se le conoce como oso de anteojos por el contraste de color blanquecino que se produce alrededor de sus ojos con el resto del pelaje negro, gris o café y negro.
“No todos los individuos de esta especie llevan esta característica o no es tan notoria en algunos de ellos”, reza una publicación de la Fundación Oso Andino.
Además, mide entre 1,30 y 1,90 metros de alto, y pesa entre 80 y 125 kilogramos. Pese a que el oso de anteojos tiene grandes colmillos, tiene una alimentación vegetariana.
El oso de anteojos es una especie protegida por las leyes, así que es sancionado atentar en contra de su vida y mantenerlos en cautiverio.