Un día después que Ucrania denunciara un ataque ruso contra el hospital materno infantil en la ciudad portuaria de Mariúpol, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, justificó el bombardeo al lugar donde al menos murieron cuatro personas, una de ellas menor de edad. Alegó que ese centro de salud estaba siendo utilizado como base por un batallón nacionalista.
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“Este hospital pediátrico fue retomado hace tiempo por el batallón de Azov y otros radicales, y todas las mujeres que iban a dar a luz, todas las enfermeras y todo el personal de apoyo habían sido expulsados”, dijo Lavrov tras las conversaciones con sus homólogos; ucraniano Dmitro Kuleba, y turco, Mevlut Cavusoglu.
Fue así como Lavrov quiso explicar los supuestos motivos que justificaron el ataque contra el hospital un terrible hecho que ha indignado al mundo y podría constituir otro crimen de guerra.
El consejo municipal de Mariúpol, en un comunicado emitido por su perfil de Telegram, detalló que el ataque a ese hospital mató a tres personas, entre las que está una menor de edad e hirió a 17 personas entre mujeres que esperaban a dar a luz y médicos y niños sepultados bajo los escombros.
“Las tropas rusas destruyen deliberadamente y despiadadamente la población civil de Mariúpol”, denunció la municipalidad.
El suelo se estremeció a más de kilómetro y medio de distancia cuando el complejo en Mariúpol fue alcanzado por una serie de explosiones que hicieron estallar las ventanas y destruyeron buena parte de la parte frontal de un edificio.
Policías y soldados se apresuraron para evacuar a las víctimas, retirando en camilla a una mujer embarazada y cubierta de sangre mientras caía una ligera nevada sobre los vehículos y árboles calcinados por la explosión.
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Otra mujer lloraba mientras abrazaba a su hijo. En el patio, el cráter de una explosión tenía más de dos pisos de profundidad.
Al respecto, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo que el ataque en Mariúpol dejó atrapados a niños y adultos bajo los escombros.
“Un hospital infantil. Un hospital de maternidad. ¿Cómo amenazaban a la Federación Rusa?”, preguntó Zelenskyy durante su discurso en video, expresándose en ruso para expresar su horror por el ataque. “¿Qué tipo de país es este, la Federación Rusa, que le tiene miedo a los hospitales, miedo a los hospitales de maternidad, y los destruye?”
El consejo municipal de Mariúpol compartió un video el jueves que mostraba autobuses avanzando por una autopista e indicó que un convoy con alimentos y medicamentos estaba de camino, pese a varios días de intentos frustrados de llegar a la ciudad.
Las imágenes de la ciudad, donde han muerto cientos de personas y algunas víctimas fueron enterradas en una fosa común, han provocado condenas de todo el mundo. Gran Betaña tachó de crimen de guerra el ataque a un hospital infantil.
Otros dos hospitales fueron atacados en Zhitómir, una ciudad al oeste de Kiev, según dijo en Facebook el alcalde, Serhii Sukhomlyn. No hubo heridos, señaló.
Conversaciones
Mientras tanto, los dos bandos celebraban este jueves sus conversaciones de más alto nivel desde que comenzó la invasión. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo confiar en que la reunión entre el ministro ruso de Exteriores, Lavrov, y su homólogo ucraniano, Kuleba, “abra la puerta a un cese el fuego permanente”.
Kuleba dijo que se habían hablado sobre un cese el fuego de 24 horas pero no habían hecho progresos. Rusia aún quiere “una rendición de Ucrania”, señaló.
Mientras que Lavrov el jefe de la diplomacia rusa afirmó que Putin está dispuesto a un encuentro con Zelenski si esta reunión aporta un “valor añadido” y sirve para llegar a una solución y para “fijar acuerdos concretos”.
Con información de EFE y AP