Un día antes del aluvión, moradores de los siete barrios de la parroquia Belisario Quevedo de denunciaron que existe deforestación en el bosque protector de las laderas del Pichincha, donde se lleva a cabo el proyecto Cenizario Urkupamba. Incluso indicaron que por la tala de bosques podría haber una tragedia. Lamentablemente al otro día de esta denuncia, un aluvión en la quebrada El Tejado, ubicada bajo los picos de la montaña donde se ubica el Teleférico, se llevó todo lo que encontró a su paso dejando pérdidas humanas y materiales.

El medio Espacio Ecuador informó desde el lugar que el bosque ya ha sido talado y que ya se han presentado deslaves en la zona. Al lugar también llegó el asambleísta Alejandro Jaramillo y la concejal Paulina Izurieta para constatar lo que está sucediendo en el bosque protector.

Sin embargo, hoy el COE cantonal junto al vicepresidente de la República, realizaron un nuevo sondeo vía aérea e indicaron que el aluvión no se debió a causas humanas o a deforestación. La explicación que dieron es que las lluvias sobrepasaron por cuatro veces la capacidad de los diques de contención en la ladera. Se dio una precipitación de 75 litros por metro cuadrado, algo que no se había dado desde el 2003, dijo el alcalde de Quito. Según Guarderas, se esperaba solamente una precipitación de dos litros por medio cuadrado para este 31 de enero. Esto provocó una sobresaturación de las laderas y se provocó el aluvión.

Othon Zevallos, de la Empresa de Agua Potable, indicó que sucedió un evento de origen natural, debido a las fuertes lluvias registradas en la capital; “una lluvia que alcanzó los 75 litros por metro cuadrado”. Además dijo que, Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) no previó la magnitud de las precipitaciones”.

Hoy, las autoridades hicieron un sobrevuelo y comprobaron que se trató exclusivamente de una acumulación de lluvias que fueron intensas desde las 00:00 del 31 de enero hasta que se produjo el aluvión.

Zevallos fue enfático en mencionar que no se trata de un problema de deforestación y que tampoco tiene relación con la construcción de un cementerio ecológico en el bosque de Urkupamba, como se mencionaba en redes sociales, sino una saturación de las laderas y deslizamiento del cauce.

Guarderas acotó para finalizar el tema que los diques tienen una capacidad de 4.500 metros cúbicos y que las lluvias de anoche tuvieron un volumen de 20.000 metros cúbicos, por lo que la torre de captación de nueve metros de altura fue taponada por el lodo y los árboles que se deslizaron. Esto sobrepasó la estructura y se produjo un desfogue.

Marcha en Quito en contra de la construcción del cenizario en las laderas del Pichincha

Este martes, los moradores de los sectores afectados por aluviones se unieron en contra contra la tala de los árboles en las laderas del Pichincha y la construcción del cementerio. Se realizaron una caminata por las Naciones Unidas donde reclaman a las autoridades que se detenga la construcción de este proyecto y que no destruyan la naturaleza.