El COVID largo provoca que el paciente arrastre los síntomas de la enfermedad durante meses. Por lo general, desde el inicio de la sintomatología del virus y hasta que desaparecen transcurren 15 días.
PUBLICIDAD
Si pasan esas dos semanas y continúan los síntomas durante 30 días, tres o seis meses entonces se lo llama COVID largo. “Normalmente le sucede a quienes ya tenían síntomas graves, que presentaron complicaciones o a los pacientes hospitalizados (...) se supone que toda persona con coronavirus debe atravesar su fase de recuperación pulmonar”, mencionó el médico intensivista Alberto Campodónico.
Agrega entonces el doctor que puede tratarse de una cuestión secuelar de la sintomatología del virus. Incluso, hay casos en los que el COVID largo puede durar hasta un año ya que influye el hecho de qué tan grave ha estado. “En Ecuador, sí hay casos de COVID largo”, dijo.
De hecho, un artículo publicado en Nature Medicine señaló que el 80% de los pacientes infectados por COVID-19 desarrollaron uno o más síntomas a largo plazo.
El año pasado, ya se hablaba del COVID largo. En agosto de 2021, María Van Kerkhove, responsable técnica de la lucha contra el covid-19 en la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que “este síndrome poscovid, o covid largo, es algo que preocupa profundamente a la organización”.
Indicó en ese entonces que estaban trabajando para obtener mejores programas de rehabilitación para personas con COVID largo y también para incrementar la investigación.
Síntomas y secuelas del COVID largo
Dicha revista académica señaló que los síntomas más comunes del COVID largo, entre los más comunes está la fatiga (58%), dolor de cabeza (44%), problemas de atención (27%), pérdida de cabello (25%), disnea (24%) y ansiedad y depresión (13%).
PUBLICIDAD
Campodónico coincide con ello y agrega que el paciente puede desarrollar otras secuelas. El hecho de una inadecuada recuperación pulmonar genera la fatiga, cansancio al caminar y al hacer ejercicio. “Las consecuencias más comunes a nivel pulmonar son: la sensación de ahogo y la disminución del oxígeno en sangre”, agregó.
Además, el COVID largo le puede dar a quienes no requirieron de hospitalización pero desarrollaron una neumonía moderada. “Les puede dar fibrosis, “ya que no se dan cuentan que tienen una limitación en su capacidad pulmonar”.
Entre las secuelas está la dificultad de concentración y afectación de la memoria. Temblor fijo, dolor muscular, en brazos y piernas y dolores de cabeza que no son común en el paciente.
“En el COVID-19, normalmente se presenta la pérdida del olfato y del gusto lo cual regresa a los días. Pero en este caso puede durar mucho más tiempo (tres a seis meses) ya que el daño es más permanente a nivel de las neuronas”, subrayó.
Campodónico recuerda que el paciente puede presentar trastornos nerviosos, depresivos y de ansiedad. Y si antes del contagio ya padecía se puede atenuar.
Se incluyen los mareos fuertes o vértigo debido a una anomalía en el oído interno. No se descarta una arritmia cardíaca ni la insuficiencia renal.
Tratamiento
Cuando el medico determina que el COVID-19 excedió el tiempo, se debe tomar medidas para aplicar medicina. Lo primero que hace es revisar el marcador COVID inflamatorio del paciente y de ahí corregirlo con tratamiento.
Además, el médico debe saber la afectación del paciente provocada por el COVID largo.
“Probablemente, un paciente con COVID largo tenía una enfermedad preexistente y se le complicó. Por ende, ello es lo que más le afectará”, cerró.
Al finalizar, el doctor recordó que la complicación del paciente dependerá de la afectación que tenga y que lo vital es darle la importancia adecuada.