El barrio Las Peñas es el más tradicional de Guayaquil, a lo largo de los años se convirtió en un ícono referencial para los turistas que visitan el Puerto Principal. Desde aquí se empezaba o se concluían los recorridos turísticos; sin embargo, la delincuencia está empañando la tranquilidad y reacreación que caracterizaban al lugar.
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Uno de los hechos más trágicos ocurrió la noche del miércoles 19 de enero, cuando un turista holandés fue asesinado por oponerse al robo de sus pertenencias. El extranjero identificado como Jacob Vogel Cornelis, de 56 años, visitaba la zona junto a su novia y una amiga, quienes estaban compartiendo en un restobar del escalón 355 de Las Peñas.
El turista holandés, identificado por la Policía Nacional como Jacob Vogel Cornelis, fue herido por los delincuentes que lo asaltaron y camino al hospital, murió.
54 las muertes violentas se registran en lo que va de 2022 en la Zona 8, que abarca a Guayaquil, Durán y Samborondón, según cifras oficiales.
Si bien es cierto la muerte del turista extranjero ha desatado el debate de la seguridad en Las Peñas, los robos, asaltos y otros delitos no son novedad, dicen ciudadanos y comerciantes.
Catalina Oñate, moradora de la Cdla. Brisas del Río, al norte de Guayaquil comparte que para septiembre 2021 a su papá lo asaltaron mientras subían por las escaleras del cerro. “Somos guayaquileños, y nos vinimos a caminar para dar una vuelta, era un domingo como las siete de la noche, sentimos el golpe del ladrón por atrás y le pidió a mi papá el celular, mi papá se lo dio y el delincuente lo empujó y lo mandó escalera abajo”, comparte con tristeza Oñate. Revela que asustados salieron todos del cerro ese día. Al siguiente día, fueron a la Fiscalía a asentar la denuncia. “Pero no sirve de nada, porque como no hemos tenido dinero no le hemos daso seguimiento”, precisa.
Otro caso lo vivió Fernando Bazán, habitante del Barrio del Seguro al sur de Guayaquil, dice que la noche del 16 de agosto de 2021 fue la peor de su vida.
“Recuerdo que el COE había levantado algunas medidas fuertes, y decidí salir con mi novia, porque siempre me ha gustado el cerro Santa Ana, empezamos a subir los escalones y en uno de los descansos mi novia me pide esperar. Todo fue en cuestión de segundos, tres tipos nos abordaron, nos intimidaron y las personas de las casas solo miraban, nadie decía nada. Les dimos todo. Y empezamos a bajar, y en eso viene lo peor: se nos acerca otro tipo y comienza a pedirnos dinero y nos mostraba el arma que llevaba bajo la camisa, y le decíamos que no teníamos y anada, que se nos llevaron todo... el tipo estaba drogado porque se le veía el aspecto, alguien le gritó y nos dejó”, cuenta Bazán.
Estos testimonios revelan que la inseguridad en el cerro Santa Ana no es un tema nuevo, porque si bien es cierto en lugar hay guardias, estos brindan seguridad protocolaria y, además, funcionan como guías, pero no tienen armas ni ningún otro recurso para amedrentar a la delincuencia.
¿A quién le corresponde la seguridad del barrio Las Peñas?
La seguridad es competencia del Gobierno central, así lo señala la legislatura ecuatoriana. Sin embargo, las autoridades municipales pueden ponerse de acuerdo para trabajar en conjunto. Así lo señala el abogado Mauro Castillo.
“El único que va a ganar es el ciudadano. No me parece que el barrio Las Peñas esté tan abandonado, ¿dónde están los policías?, ¿dónde están los guardias municipales?”, cuestiona.
La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, le ha dado respuesta ha varios cuestionamientos que tras el asesinato del turistas holandés han recaído sobre ella.
Viteri ha remarcado que “la responsabilidad absoluta del control de la delincuencia en el país es del Gobierno central”.
“A menos que ustedes cambien la Constitución, a través de una Asamblea Nacional Constituyente, la responsabilidad absoluta del control de la delincuencia en el país es del Gobierno central”,
— Cynthia Viteri
Hasta ahora, ni el Gobierno ni la Policía Nacional se han pronunciado con respeto a la seguridad en el cerro Santa Ana o Barrio Las Peñas. Se sabe que hay policías caminando, subiendo y bajando, escaleras en diferentes horarios, pero no se ha anunciado sobre algún plan en específico para recuperar la seguridad del lugar.
Según cifras del Municipio de Guayaquil, en los últimos dos años se han desemboldado USD 6,1 millones para comprar camionetas, motos, GPS, drones y otros dispositivos tecnológicos para la Policía Nacional.
Además, otros USD 18 millones, según el Cabildo porteño, se han invertido en la nueva central de emergencias de Guayaquil, que contará con cámaras de videoanalítica y megafonía, entre otros servicios.