La pandemia del coronavirus trajo consigo también un nuevo estilo de moda regida estrictamente por el uso de cubrebocas o mascarillas. Este elemento, que cumple la función de bio-seguridad, se ha transformado con cada mes y ya es parte de nuestro diario vivir.
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El uso del mismo no parece tener un fin, a corto plazo, pero esto no podría ser del todo malo. Un reciente estudio demostró que el uso de mascarillas nos vuelve más atractivos, tanto a hombres como mujeres.
Un artículo publicado por Plastic and Recontructive Surgery-Global Open (PRS), titulado “La belleza y la máscara”, apunta que el hecho de ocultar la mitad inferior de la cara afectaría al atractivo percibido. En primera instancia se concluyó que los rostros cubiertos con máscaras quirúrgicas se consideran más atractivos que los descubiertos.
Método usado
Se usaron calificaciones de fotografías sin máscara para definir 3 categorías de atractivo para hombres y mujeres: “poco atractivo” (33% inferior), “promedio” (33%–66%) y “atractivo” (más del 66%).
Se utilizó el promedio de las calificaciones desenmascaradas de un rostro individual para colocar cada rostro en una de estas categorías. Se calculó el porcentaje de mejora del atractivo desde el inicio para cada rostro después de la aplicación de la máscara, y se utilizó el análisis de varianza normal para comparar esto entre categorías.
Resultados
Los mejores porcentajes se observaron en los grupos de pocos tractivos, con un aumento aproximadamente el 42% en las calificaciones de mujeres y hombres después de la colocación de la máscara.
En cambio, no hubo diferencia en el porcentaje de mejora entre los grupos promedio y atractivo, para ambos géneros. Al observar los cambios en las calificaciones de las caras, encontramos que el 100 % de las caras del grupo poco atractivo obtuvieron una calificación significativamente más alta después de la aplicación de una máscara, reseña el estudio.
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Los hallazgos permitieron a la comunidad científica determinar la importancia de las siete expresiones faciales y como están se encuentran limitadas por el uso de mascarilla o barbijo. Es decir, los gestos pueden llegar a malinterpretarse.
A la par, especulan que de mantenerse este uso de mascarilla, no se descarta que los cirujanos plásticos vean un aumento en los pacientes que buscan alteraciones en las partes del cuerpo que aún son visibles, ya que serán las únicas formas de expresar su atractivo.