18 días pasó internada Indira Jáuregui en un hospital de Lima, Perú, debido a los estragos del coronavirus. La mujer de 49 años, previo a su encuentro con la covid-19, se mostraba en contra de la aplicación de vacunas.
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Ella estuvo internada en un lugar habilitado para atender pacientes en emergencia en conjunto con su hermana, madre, cuñado y sobrino, todos positivos a covid-19. En un reciente testimonio confesó que no satanizaba el uso de vacunas, pero se mostraba en contra debido a los posibles efectos secundarios.
Durante su estancia en el hospital, reflexionó de lo que hizo y no. “Para mí fue como enfrentarme a la muerte. Estaba boca abajo y me puse a pensar en mi vida”, relató para BBC.
Según Indira, ella era antivacunas porque conocía casos de personas que se inocularon contra otras enfermedades y habían sufrido efectos secundarios. Debido a este factor, siempre le tuvo miedo a este tipo de inyecciones.
Tras contagiarse en su casa fue internada y debido a su estado de salud tuvo que pasar más de 10 horas al día boca abajo y con oxígeno. En esos momentos ella suplicó a Dios que le de otra oportunidad.
Agregó que su madre no sufrió tanto como ella debido a estar vacunada con las dos dosis. “Mis hermanas la llevaron a vacunarse y yo creo que a mi mamá la salvó la vacuna. Es que si no, mi mamá no hubiese superado la covid y no estaría aquí con nosotros”, comentó.
Tras lograr vencer a la enfermedad, destacó que se arrepiente haber sido antivacunas y que esa postura casi le quitó la vida.
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“Con el tiempo, creo que Dios me ha dado la razón de que fue bueno que cambiara de opinión, porque hace tres meses falleció mi tío Félix por covid y él nunca quiso vacunarse”, confesó.
Finalmente, instó a las personas que si no quieren vacunarse por ellos mismo que sí lo hagan por sus seres queridos.